La Conselleria de Salud y Consumo ha conseguido el apoyo de la Unión Europea para abrir antes de finales de este año la primera Oficina de Atención al Consumidor de Europa en el Aeropuerto de Palma, con el fin de dar un mejor servicio a los usuarios de transporte aéreo que residen o visitan Baleares, y que contará con un presupuesto de 460.000 euros para disponer de los recursos humanos y mecanismos necesarios.

En un comunicado, la Conselleria dirigida por Vicens Thomàs informó de que la Eurocámara ha aceptado una enmienda presentada por la diputada socialista Teresa Riera al proyecto de sus presupuestos en la que pide a la Comisión Europea que desarrolle un proyecto de ventanilla única en los aeropuertos de la UE. Así, señaló que la propuesta fue aprobada el pasado jueves de forma mayoritaria por los europarlamentarios y añadió que el proyecto piloto es el que ha propuesto Baleares.

Precisamente, esta mañana Riera mantuvo una reunión con Thomàs en la que le explicó que el texto aprobado señala que "independientemente del aeropuerto comunitario donde se encuentren, las reclamaciones o peticiones de información se tramitarán del mismo modo y contarán con el apoyo de las autoridades de consumo locales, que se coordinarán a través de la red de información ya existente dentro de la UE".

Así, el conseller y la eurodiputada coincidieron en que esta iniciativa pretende ofrecer a la ciudadanía una "mayor garantía de información, atención y reclamación a la que tiene derecho desde el momento mismo que compra un billete y, sobre todo, en las instalaciones aeroportuarias".

La Conselleria destacó que el proyecto de la Dirección general de Consumo pone un especial énfasis en todos los aspectos relacionados con la información que deben recibir los usuarios y, por ello, recalcó que el aspecto esencial del proyecto es la configuración de la Oficina de Atención al Consumidor como ventanilla única y sistema de información compartido en el mismo aeropuerto.

En esta línea, reveló que, actualmente, la Dirección general de Consumo está negociando con AENA la cesión de un local en Son Sant Joan donde se abrirá la oficina, que contará con una plantilla de cuatro informadores y dos técnicos de consumo, además del cuerpo de inspectores adscritos a la Dirección general de Consumo.

De esta manera, los pasajeros contarán con la información que necesiten en cualquier punto del aeropuerto de Palma y en relación a los procesos que se efectúan en sus instalaciones, desde la compra del billete, la facturación, embarque y recogida de equipajes.

La Conselleria detalló que para ofrecer este sistema integral de atención a los usuarios de transporte aéreo, desde la Dirección General de Consumo ya se está trabajando con otras instituciones, como el Instituto Nacional de Consumo (INC); la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA); el Centro Europeo del Consumidor (CIEGO); Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA); compañías aéreas; servicios de seguridad del aeropuerto; empresas comerciales instaladas en el aeropuerto y asociaciones de consumidores.

SERVICIOS DE ATENCIÓN AL CONSUMIDOR

Por otro lado, recordó de que ya se cuenta con la red de Puntos Telemáticos de Atención al Consumidor, dependientes del CIEGO, que funcionan en todos los aeropuertos y oficinas de consumo de las islas, mientras que añadió que también están el teléfono gratuito de atención al consumidor (900-166 000) y la consulta y las hojas de reclamaciones por vía telemática en la web www.consumo.caib.es.

La Conselleria reveló que el transporte aéreo es el segundo sector con más reclamaciones presentadas ante la Dirección general de Consumo (999 en 2008) y, por ello, resaltó que Consumo ha centrado la actividad de gran parte de sus servicios (control de mercado, atención al consumidor y sanciones en el cumplimiento de la normativa por parte de las empresas que operan en el sector atendiendo y resolviendo las reclamaciones efectuadas por los consumidores y sancionando cuando existe un incumplimiento manifiesto de la legislación).

Finalmente, señaló que otro objetivo prioritario es la adecuación de las prácticas empresariales para el buen funcionamiento del sistema, "fomentando el compromiso ético de las empresas relacionadas con el transporte aéreo y su comportamiento leal a través de la corregulación y su incorporación al sistema de arbitraje de consumo.