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Maldeojos

Mariano y Trancas y Barrancas

Este país está peor de lo que nos dicen, y eso que Fátima Báñez predica la bajada del cielo de una época dorada como jamás hemos visto en esta España al borde del precipicio si, por un casual, el voto de la gente se va a donde no debe. La ministra se sentó una mañana en el plató de La 1 para desayunar con María Casado

Pablo Motos, al frente de ´El hormiguero´.

Si no fue, malo. Y si va, también malo. Si manda a Soraya a que baile como una gogó un poco torpe, plomiza, graciosilla pero cortada, y hace la coreografía del pasito aquí y el pasito allí, si la vice se pone en plan colega que te cagas y termina besando la calva del calvo, mal, muy mal, porque el jefe la envió a ella con la misma indiferencia con la que la envió a la plaza del debate a cuatro del 20-D mientras él, repantigado en el mejor sofá de la Moncloa tal vez leyera el Marca o se fuera a la cama retirándose con desgana de la barba los restos de pan de la cena sin ver a su segunda, ni falta que le hizo. Y si es él el que acude al plató de El hormiguero, peor, mucho peor. Si Mariano Rajoy acude a la llamada de Trancas y Barrancas hay que echarse a temblar. Este país está peor de lo que nos dicen, y eso que Fátima Báñez predica la bajada del cielo de una época dorada como jamás hemos visto en esta España al borde del precipicio si, por un casual, el voto de la gente se va a donde no debe. La ministra salió de su cubil y se sentó una mañana en el plató de La 1 para desayunar con María Casado, donde soltó uno de sus mítines sin que pelo y cara de cemento se resquebrajaran. Pues no. España está mal, muy mal, si no a cuento de qué va a decir sí el señor de la Moncloa a Pablo Motos. Lo digo porque, si no recuerdo mal, y creo que no recuerdo mal, cuando en la pasada legislatura trató el equipo del programa de invitar al inquilino monclovita, una de las respuestas de peso para decir no fue la siguiente, "¿cómo va a hablar el presidente con dos hormigas?". Es incontestable. Un presidente, ejerciente, en funciones, o que aspire a serlo, no puede acudir a un programa de entretenimiento donde la estrella, según la estrella Motos, son dos hormigas de peluche. Y si lo hace, este país se va al carajo.

Líder Profidén

El presidente tiene que resultar cercano, tan familiar como la coleta del Coletas, tan de la casa como Albert Rivera, que aunque apagues la tele, coño, sigue ahí. Lo veremos el martes que viene con Susana Griso, versión maletita rosa, en 2 días y 1 noche, y lo vimos con Ana Rosa, o sea, dispuesto a todo, es decir, que confirma mis temores, España se va al carajo. Cuando Jorge Moragas, jefe de campaña del PP, apareció ante los periodistas inflado, abotagado, brillante de sudor mantecoso, diciendo que les iba a presentar una "versión del himno del PP latina", y que habían dudado entre reguetón y merengue, y que al final, los cerebritos, optaron por la versión merengue, me volvieron a temblar las piernas. Y la puso. Y sonó el himno del PP con ritmos latinos a lo merengue. La horda periodística, en planos demoledores, se quedó frita. Se miraba sin dar crédito. ¿Campaña inane que convierte la anécdota en categoría?, se preguntaba con inteligente ironía Javier Ruiz en Las mañanas de Cuatro, que veía cómo, mientras se habla de las hormigas, del merengue -música venezolana, válgame el cielo-, del color de los logotipos, o de payasadas muy bien orquestadas, no se habla de corrupción, de paro, de pobreza, de fraude fiscal, de evasión de capitales. Bingo. Por su parte, Pedro Sánchez, el Líder Profidén, no hace falta que vuelva al plató de Trancas y Barrancas ni juegue al baloncesto con Motos, aunque volverá el lunes. Este hombre vive en un permanente El club de la comedia, en su mundo, respondiendo a lo loco, contando cuentos de la señora que le cuenta en Ávila lo que le contó la misma en Córdoba, y lo que le contará Loli en Galapagar de Abajo. En la última edición del programa de Iñaki López, en su sección de las familias preguntando a los líderes, una chica de 23 años, Cristina Albadalejo, quiso saber por qué rechaza que le entreviste Ana Pastor en El objetivo de La Sexta. Sin cambiar el rictus, enseñando sus blanqueados piños, riendo como sonríe un lelo, respondió que tiene muchos compromisos, y que no se preocupe porque será ella a quien le conceda "la primera entrevista como presidente". Ah, no, eso sí que no, reaccionó rápido Iñaki, "esa promesa ya me la hizo a mí". Bueno, se atragantó el Sonrisitas, lo que digo es que "ella será la primera vez que entreviste a un presidente de Gobierno". ¿Cómorrrr? Supera eso, guionista de Trancas. Y siguió sonriendo y tal.

Como la BBC

Es lo que le pasa a Santiago Segura, tenía que ser él, cuya presencia echa la persiana al fiasco de audiencia que ha resultado ser El hombre de tu vida, serie donde José Mota era un gigoló que trataba de conquistar a señoras con problemas sentimentales, que le proporcionaba su cuñada, Malenia Alterio, para quedarse con su pasta. Segura, venga o no a cuento, sonríe como Pedro Sánchez, a piñón fijo, con la careta encasquetada, y no te crees a ninguno. TVE ha decidido quitarse la serie de en medio vomitando el jueves pasado los tres últimos capítulos. ¿Quién es el lumbreras en La 1 que decidió estrenar una serie cuya emisión se toparía con la Eurocopa y con el verano, que trastoca el consumo televisivo? Podría ser Trancas o Barrancas, y daría el mismo resultado. Es lo que le pasará a Rajoy en su visita el miércoles que viene a El hormiguero. Tiene que superarse a sí mismo. Sin necesidad de ir a divertirse al hormiguero catódico el autor de "un vaso es un vaso y un plato es un plato" nos acaba de regalar una de las reflexiones más emotivas que hemos oído en la campaña, que ve una alcachofa, dice, y zas, no falla, se emociona, sniff, pásame un clínex, joder. Pero cuando más gracia me ha hecho, hasta revolcarme por los suelos, es cuando el autor de haber eliminado la elección de la dirección de RTVE por consenso político, tal como funcionó en la etapa de Zapatero, la mejor, la más premiada, la más independiente, el responsable del descrédito actual, con el Consejo de Informativos en pie de denuncia por manipulación, va y pide una tele y radio públicas "independiente, como la BBC". Me mata. Este menda es un genio. Su jeta y cinismo son proverbiales. Para divertirnos no tiene ni que pasar por El hormiguero.

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