La serie El Barco vuelve "sin complejos" y a lo grande en su segunda temporada, con la muerte de un personaje y un nivel de producción que les ha permitido incorporar monstruos prehistóricos, reconstruir otro barco idéntico en el plano vertical e incorporar rostros nuevos del nivel de Belén Rueda.

"Es una temporada maravillosa y digna de ver. Nosotros estamos muy orgullosos de ella", dijo el actor Mario Casas en la presentación celebrada ayer ante los medios en el FesTVal de Vitoria, junto a otros compañeros de reparto como Blanca Suárez, Juanjo Artero, Luis Callejo, Giselle Calderón, Bernabé Fernández y Juan Pablo Shuk.

Una cápsula espacial, una copiosa lluvia de peces y una catarata en mitad del mar serán otros de los espectaculares retos visuales a los que se ha sometido ahora esta producción, que en su anterior temporada se convirtió en el mayor éxito estrenado en la televisión generalista desde hace dos años.

"Cada vez que recibimos un guión, nos preguntamos si habrán pensado cómo hacer eso. Pero lo han conseguido", ha asegurado Suárez que, como el resto de sus compañeros, ha terminado desechando su escepticismo inicial, gracias a unos capítulos que presentan una factura propia de la industria americana, con el doble de planos que cualquier otra serie española para imprimirle mayor ritmo.

Siguiendo la idea de que merece la pena arriesgar para atraer al espectador, los directores Fernando González Molina y David Molina han dicho que la idea es dar al público "tres veces más de lo que esperan" para configurar una temporada que será aún "más Julio Verne", con un primer capítulo "nunca visto en España con este nivel de sofisticación y de acumulación de tramas y efectos especiales". En este punto, los realizadores han precisado que se darán respuestas a algunos misterios y que habrá una muerte entre los personajes.