En el sexto capítulo de Hispania, titulado Sacrificios sólo una hispana podrá curar la enfermedad del pretor Galba. En este episodio, Galba cae gravemente enfermo. Su enfermedad altera a todos en el campamento. Marco, ahora al mando, busca desesperado una cura, pero el remedio supone un gran riesgo y sólo una persona puede curarlo y es de Caura.

Mientras, un nuevo peligro se cierne sobre los rebeldes: un cargamento de armas se dirige al campamento. Los rebeldes quieren detenerlo pero hay un problema: es un hispano el que comercia... Alejo. Viriato, incapaz de atacar a su propia gente, da la orden de no hacer nada pero no todos están dispuestos a obedecer.