Llinatges alcanza su tercera entrega visitando a los portadores de los apellidos Bonnin y Marí. Las familias contactadas esta semana -mallorquinas e ibicencas- recuperarán en primera persona los relatos que firmaron sus antepasados, destapando su baúl de los recuerdos para desempolvar narraciones llenas de anécdotas que conforman una parte de la historia balear. Acaso la menos conocida.

Pere Estelrich, conductor del espacio, mostrará también los pequeños detalles que acompañan a los linajes que hacen referencia a las cualidades físicas, como son Antich, Gran, Petit o Escarrer. Todo enfatizando el lado más humano, aunque cotejando el contenido con el rigor filológico necesario para enmarcar histórica y numéricamente a cada uno de los clanes contactados.

Tras un prometedor arranque -17.000 espectadores y una cuota de pantalla cercana al 8%- la audiencia de la producción de s´Esclop menguó la semana pasada en beneficio de Cuatro, cadena volcada con la final de le Eurocopa. Aún así, seis mil televidentes, un 2,6% de share, dejaron de lado al fútbol para conocer de cerca a los Cañellas y los Alzina.