El defensa del FC Barcelona se enfrentó a un cáncer repentino en el mejor momento de su carrera y ahora cuenta su experiencia con todo lujo de detalles, en exclusiva, para la revista GQ. De la noche a la mañana, pasó de preocuparse del terreno de juego a plantearse el futuro de su propia existencia...

"La primera reacción es de susto, mucho susto. Después aflora el luchador que hay en ti. El doctor Fuster me anunció que me operarían la semana siguiente y mi respuesta fue un no rotundo. Quería que me operaran la mañana siguiente. Enseguida", empieza contando Eric Abidal.

"He leído tanto la Biblia como el Corán. Al final opté por la que iba más conmigo. Mis mejores amigos de Lyon son musulmanes, así que me pareció normal convertirme", añade el futbolista.

Además, relata en exclusiva para GQ, lo que le sucedió antes de jugar la final de la Champions contra el Manchester United en la que sustituyó a Puyol: "¿Te das cuenta del capitanazo que tenemos? En plena final de la Champions, le mandan al banquillo y él solo piensa en dar ánimos al que le sustituye. Eso es el Barça".

"Ganamos mucho dinero, pero entrenamos con las misma ganas de cuando éramos niños. He visto a jugadores hacerse ricos y empezar cada frase con un yo, yo yo. Pero en el Barça no hay de estos. A veces, repetimos entre nosotros: Esto es un juego, nos pagan por hacer algo bonito, vamos a hacerlo en serio pero sin olvidar que es eso, un juego", termina diciendo.