Viajes, conciertos, excursiones, vacaciones, familia, playa, montaña, cenas, terrazas... Todos suena a verano, y en la actualidad todo queda inmortalizado en nuestro dispositivo móvil. Pero cuanto más lo usamos más nos damos cuenta de que no todo es tan maravilloso como nos dijeron el día que lo compramos.
Fotos nocturnas que se ven fatal, aplicaciones que van lentas, falta de espacio de almacenamiento, poca memoria para las apps, vídeos que se ven a trompicones, baterías que duran medio día...
¿Te suenan estos síntomas? Si no todos, seguro que sufres alguno o varios de esos problemas, especialmente si compraste tu móvil de saldo, incluso aunque haga poco tiempo. Y es que hay una máxima en esta vida: las cosas baratas lo son por algo. Y cada vez con más frecuencia, las gamas bajas de la telefonía móvil son -salvo honrosas excepciones- teléfonos horribles. Y también cada vez con más frecuencia, las gamas altas son las que más demanda el mercado.
Prueba de ello es el último lanzamiento que acaba de hacer Vodafone con su Platinum, un teléfono premium que llega para satisfacer a un público cada vez más exigente y ávido de productos de calidad, pero con precios más ajustados.
Queda claro que la competencia es feroz. Con Apple y su iPhone 6S como referente de la telefonía de gama alta, Samsung con su Galaxy S7 y LG con su G5 no le van a la zaga. Y lo mismo ocurre con Sony y su Z5, del que ya os hablamos aquí mismo hace algunos meses. Y es que el segmento de teléfonos premium es el que despierta más interés en el público.
Si miramos a nuestro alrededor vemos muchos móviles de gama media y baja, pero que cada vez se ven más dispositivos de gama alta. Estos teléfonos son capaces de aguantar durante años un uso intensivo y ofrecernos tanto unas fotos como unos vídeos que hacen las delicias de cualquier aficionado. Pero es que, además, en caso de necesitar una reparación ya sea por desgaste o por accidente, son los que durante más tiempo ofrecen recambios, algo muy a tener en cuenta.
No es extraño ver un iPhone de hace tres o cuatro años funcionando sin problemas, o un Galaxy S3 en manos de alguien en el autobús. Y está claro que a igualdad de precios, normalmente es más recomendable comprar un dispositivo de gama alta de hace uno o dos años que uno de gama media más actual. Aunque también dependerá de qué gama media y de qué gama alta.
Y ahora que ya te he generado todas las dudas del mundo, es hora de que te plantees si merece la pena pasar otro verano haciendo fotos y vídeos horribles.
