El movimiento hipster se ha puesto tan de moda que ya no es extraño ver que incluso los más famosos iconos masculinos de belleza salen a las pasarelas con enormes barbas y largas cabelleras. Pero esa tendencia en la moda y en el aspecto tiene su origen en la subcultura que, bajo el mismo nombre, surgió en la década de los 40 del siglo pasado. En esos años y con el nombre de hipster o hepcat nació toda una legión de aficionados a la música jazz -en particular al bebop- que adoptaron un estilo de vida desenfadado y totalmente alejado de lo convencional de la época. ¿Les suena?
El movimiento hipster del siglo XXI emula al de los años 40. Ropas desenfadadas, barbas generosas y largas matas de pelo se han convertido en toda una declaración de intenciones que ya ha empezado a tener repercusión en la tecnología. Aunque no cabe duda de que lo primero que necesita cualquier hipster que se precie es un buen cortador de pelo, el más avanzado tecnológicamente si puede ser. Es el caso del Panasonic ER-GC70 -70 €-, que permite un ajuste de la longitud de entre 3 y 21 mm. para que la barba sea tan larga como uno quiera y que se puede usar también en mojado.
Pero si algo caracteriza a estos modernos inconformistas es que son urbanitas. Su residencia en bohemios barrios residenciales hace que sea la bicicleta su principal medio de transporte. La Tilt700 de Decathlon -400 €- es pura innovación. Se despliega y pliega en un segundo -literalmente- y tiene garantía de por vida. Además sirve como asiento mientras esperamos el metro o el autobús. No cabe duda de que semejante bicicleta precisa de unos complementos en consonancia. El casco Torch T2 -115 €- es el único casco del mundo recargable que incorpora además luces LED en el frontal y en la parte trasera, para poder circular por la noche. Y si te mueves en bicicleta, tan imprescindible como el casco es la mochila. La Magnum del fabricante italiano Tucano -60 €- tiene una estética retro que casa a la perfección con el aspecto más hipster. Fabricada en un resistente tejido con textura tipo melange dispone de infinidad de bolsillos acolchados en los que llevar toda la tecnología imaginable, desde un portátil hasta un iPad, el móvil o incluso el cortador de pelo.
Los hipster, esos curiosos tipos con barba que a menudo pretenden hacernos ver que nada les importa de su aspecto, en realidad eligen meticulasemente desde la frase de la camiseta que llevan -y que suele ser de una película que nadie ha visto- hasta el último complemento que les adorna. El iPhone 6S -desde 749 €- es un claro ejemplo de tecnología hipster. Pese a que por fuera estamos ante un teléfono inteligente más, en realidad absolutamente todo se ha diseñado y creado meticulosamente, sin dejar nada al azar. Todos y cada uno de sus circuitos, como si de los pelos de una cuidada barba se tratara, han sido colocados en el lugar exacto para alcanzar el funcionamiento perfecto. Algo parecido ocurre con el reloj inteligente Runtastic Moment Elite -200 €-, un dispositivo único con un exclusivo aire retro que es en realidad todo un alarde tecnológico capaz de monitorizar nuestra actividad y el sueño con sorprendente precisión. Y no cabe duda de que queda de maravilla en una muñeca tatuada.
Pero sin duda alguna la música independiente y alternativa es uno de los más importantes rasgos identificativos de esta subcultura. La música debe ser de calidad, y sonar de forma única. Los auriculares Backbeat Sense de Plantronics -140 €- son inalámbricos, tienen 18 horas de autonomía y están fabricados con materiales nobles como el cuero que le dan un aire único. Aunque si hay una marca musical que se distingue por ser distinta a todas es la escandinava Bang & Olufsen. Su altavoz inalámbrico Beoplay A2 -400 €- es pura esencia hipster gracias a su diseño, que rompe con todo lo conocido hasta ahora. Y la música jazz bebop suena como nunca la habías oído.
