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Sa Torreta

La voladura de 'Es pont' de Marivent

Momento en el que la estructura se desmorona.

El viaducto de Marivent, conocido por los palmesanos como es pont, se desplomó a las 13,30 del viernes 29 de enero de 1965, mañana hará medio siglo. La voladura resultaba imprescindible para continuar las obras de ampliación de la carretera de Andratx. El incipiente turismo obligaba a mejorar los accesos a las playas del poniente palmesano y de Calvià.

La demolición fue dirigida por dos ingenieros famosos. Uno, Antonio Parietti (1899-1979), se encontraba en la recta final de su carrera; el otro, Joan Torres (1928), proyectó durante casi cuatro décadas las principales carreteras de la isla. Se trató de una operación complicada por dos razones: la primera era que en las inmediaciones se encontraban los depósitos de Campsa, el antiguo monopolio del petróleo; la segunda era que la zona estaba habitada y se hacía necesario retirar con rapidez los escombros para restablecer el tráfico en la zona.

Aunque se intentó mantener un cierto secreto sobre el momento de las voladura para evitar aglomeraciones, en las cercanías "se había reunido mucho público y no faltaron los fotógrafos profesionales y aficionados y las cámaras de televisión", según las crónicas de la época. Gracias a esta expectación contamos con la foto de Castell que ilustra este artículo.

El viaducto de tres arcos había sido levantado a mitad de los años cuarenta. La construcción del dique del oeste necesitaba grandes cantidades de material rocoso que se extraía de la cantera de na Burguesa, en las inmediaciones de Génova. Para facilitar el transporte se construyó una línea de ferrocarril de vía estrecha. El viaducto permitía salvar la carretera y el desnivel de las lomas próximas a Marivent. Una vez acabados los trabajos portuarios, la construcción perdió su razón de ser y se optó por la demolición. Aquel 29 de enero de hace 50 años, cuatro cargas explosivas colocadas en las bases de los arcos provocaron "el desmoronamiento de aquella gran fábrica entre nubes de humo y polvo". En unos pocos segundos se desmoronó una sólida obra que había costado meses levantar.

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