El balonmano español está viviendo uno de sus mejores momentos tras conseguir recientemente la selección española absoluta su primer Campeonato de Europa, al que se suma el hecho de ser el único deporte olímpico de equipo con dos títulos mundiales (2005 y 2013).
Este éxito no es fruto de la casualidad, el combinado nacional siempre ha estado en lo más alto luchando para subirse al podio y tiene en su haber el mayor número de medallas en un Europeo. Además, es de destacar el éxito a nivel de técnicos ya que al frente de los vigentes campeones de Europa, África, Asia y Sudamérica encontramos a los españoles Jordi Ribera, Toni Gerona, Valero Rivera y Manolo Cadenas respectivamente.
La consecución en 2017 del Mundial junior y el subcampeonato mundial juvenil auguran un gran futuro para un deporte que en las Illes Balears cuenta cada vez con más practicantes y seguidores.
El balonmano balear, después de haber pasado por unos años complicados, también disfruta actualmente de su éxito particular gracias sobre todo a la labor realizada en los últimos tres años, centrada de lleno en un proceso de renovación.
La llega de Raül Fullana como presidente de la Federación Balear en 2013 ha supuesto un antes y un después. Se han unificado criterios entre todos los clubes y creado las líneas de trabajo para una mejor promoción y divulgación de este deporte. La complicidad y el apoyo de los clubes con la Federación y su junta directiva han hecho posible crear diferentes programas de desarrollo. De hecho se ha reconocido la labor de Fullana desde la propia Real Federación Española de Balonmano al ser nombrado vicepresidente nacional.
A día de hoy, en Eivissa se ha consolidado una competición de la máxima categoría con el Puig d'En Valls en la División de Honor Femenina y un equipo en Primera División Nacional Masculina (HC Eivissa) que en estos momentos lidera su competición.
Desde la Federació Balear d'Handbol se ha realizado una fuerte apuesta por la formación y promoción, junto con la creación de nuevos centros de formación y clubes.
El aumento del número de equipos y de licencias federativas ha sido espectacular, hasta el punto de duplicarse en tan solo tres años. A las 1.094 licencias actuales y alrededor de 13 clubes (desde benjamines a séniors) se le ha de sumar también el aumento en el número de participantes en las Escoles Municipals d'Handbol y en los colegios concertados.
Buena parte del éxito se debe a la actividad de la Escuela de Entrenadores, con la realización del Curso de Monitor (primer nivel) y el de Entrenador (segundo nivel). Y también a priorizar la formación de colegiados con la realización del Curso de Árbitro y el posterior seguimiento cuando se empieza a dirigir partidos.
A todo ello hay que añadir también la experiencia que aportan un número considerable de técnicos en posesión del título de Entrenador Nacional. Ahora bien, este considerable aumento de participantes ha traído consigo un nuevo problema, la falta de instalaciones y la saturación de las existentes.
La prioridad de la Federació Balear hacia la promoción le ha llevado a acceder y ganar el concurso para gestionar las Escoles Municipals d'Handbol de Palma, cosa que ha hecho posible que a nivel de categorías benjamín y alevín se haya aumentado considerablemente el número de participantes.
Son 14 las Escoles Municipals d'Handbol que desarrollan su labor de difusión y promoción del balonmano entre los más pequeños.
Ahora bien, este gran aumento de equipos en Palma contrasta con la prácticamente nula presencia del balonmano en la Part Forana, donde solo se encuentra el HC Marratxí.
Este potente club está realizando una extraordinaria labor de base, a la vez que intenta impulsar el balonmano en el municipio de Llucmajor. Lejos quedan aquellos tiempos en que se podía jugar a balonmano en municipios como Calvià, Santa Margalida, Esporles, Consell, Muro, Algaida, Montuïri, Inca, Pollença o Alcúdia. En este sentido, "desde la Federació Balear se echa en falta la colaboración e implicación del Consell Insular de Mallorca para promocionar este deporte en la Part Forana, ya que es de su competencia", señalan desde la territorial.
Al contrario de lo que sucede en Eivissa, donde el Consell Insular junto con la Federación Balear -a través de convenios de seguimiento y tecnificación llevan a cabo este trabajo en los diferentes municipios-, promocionando de forma directa el trabajo en los diferentes centros y clubes ibicencos.
El nivel del balonmano también ha dado un salto cualitativo, como lo demuestra el hecho de que por primera vez un jugador balear compite en la máxima categoría (Liga Asobal). El mallorquín Pere Vaquer, formado en las filas del CH Mata de Jonc, ha debutado con el primer equipo del FC Barcelona.
Otros jugadores del club matajonquer han encontrado también una gran proyección en equipos de la península. Óscar Mojer es actualmente segundo técnico del Balonmano Benidorm. Los jóvenes Guillem Sunyer y Joan Tudurí dirigen el equipo femenino sénior B del Balonmano Granollers, que cuenta además en sus filas con la jugadora juvenil Hannah Mas, procedente también del mismo club mallorquín.
En la Primera División Nacional están triunfando Josep Lluís Madico (procedente del Mata de Jonc) con el CH Sant Esteve Ses Rovires, y Álvar Acebrón (del Avebal) con el H. Sant Joan Despí.
Una muestra más de la recuperación y de los nuevos tiempos que vive el balonmano en nuestra isla, es el notable aumento de espectadores en los pabellones para disfrutar del espectáculo que ofrece un deporte que transmite un buen número de valores como la nobleza, el compañerismo, la humildad o el fair play y que enriquecen tanto a quien lo practica como a quien lo practica como al espectador.
