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Gente en la sombra

Lassine Coulibaly: "Si no has vivido la pobreza nunca sabrás lo que es"

"Todo lo que envío a Malí les va bien. En África se aprecian mucho las cosas aunque sean de segunda mano, no tenemos la oportunidad de elegir"

Lass posa en la céntrica plaza de España de Palma, a la que acudió para realizar esta entrevista el pasado miércoles.

Es muy joven, pero a la vez maduro. Casi ha tenido que hacerlo a la fuerza, y eso que como él afirma "he tenido la fortuna de no pasar hambre". Con solo 23 años ya ha estado en Francia, Italia, Túnez y Alemania, además de Mallorca, para jugar al fútbol, su gran pasión. Sin embargo, nunca ha dejado de pensar en la República de Malí ni en la gente que dejó allí. Desde hace tres años se ha convertido en 'embajador' de su país en la isla y recopila todo lo que puede, especialmente material deportivo, para enviarlo a su país natal. Es Lassine Coulibaly (Bamako, Malí, 1993), más conocido por Lass, jugador esta temporada en el Platges de Calvià de Tercera División y que en colaboración con el Joventut Son Oliva remite cargamentos de material a África.

-¿Cómo nace la idea de enviar material deportivo a Malí?

-La idea nace cuando empiezo a jugar en el Son Oliva. Tengo un tío, que es entrenador allí, que me llamó para decirme que necesitaba material. Él ahora entrena al equipo en el que estaba de pequeño. Me dijo que estaban necesitados de muchas cosas. Le dije que lo miraría ya que la gente aquí es muy buena, además tengo a mi papá blanco que es Salvador Mateu -presidente del Joventut Son Oliva-, muy buena persona, que me dijo que no había ningún problema. Desde hace tres años recogemos lo que la gente ya no usa o tiene pequeños desperfectos y lo enviamos.

-¿Qué envían?

-Ropa para jugar, conos, botas, chándales? No tengo palabras de agradecimiento. Siempre ha habido cooperación.

-¿Malí sufre la pobreza?

-Es muy inferior a España. Cada uno sabe cómo es su país. No es uno de los más pobres, pero necesitamos cosas de aquí que superan lo que se tiene allí. Todo lo que pueda hacer lo haré. La gente de ahí me han enviado muchos mensajes de agradecimiento.

-¿Aquí no sabemos apreciar lo que tenemos?

-Todo lo que envío les va bien. En África se aprecia, aunque sean de segunda mano. Nosotros allí no tenemos la oportunidad como existe aquí de elegir las cosas. Allí es esa o esa. Lo que tenemos lo usamos. Aquí a veces no empleamos una prenda o botas porque no nos gusta o ya ha pasado de moda. En Malí no.

-Pueden asimilar, por ejemplo, que aquí unas botas de fútbol valgan 150 euros y muchos niños tengan varios pares.

-Eso se preguntan allí también. Además ahí por el cambio de la divisa es más caro aún. El dinero es muy inferior al euro. Lo que está claro que una persona de Malí que dispusiera de 150 euros no dedicaría ese dinero a comprar unas botas para jugar, sino para necesidades cotidianas.

-¿Se considera una persona especial?

-No[se pone a reír]. Me consideran muy especial, un hermano. Ellos están muy agradecidos. Me lo agradecen muchísimo. Siempre me dicen que quieren más y más. La verdad es que les viene todo muy bien. Desde que he venido a Mallorca lo tengo muy en cuenta. Hasta si puedo traer jugadores de allí los traeré. Pero como no hay manera, por ahora les enviaré esas cosas.

-Aseguran que usted va a los vestuarios a pedir botas usadas.

-Les digo que si tienen botas rotas o ya no usan que me las den. Porque ahí en Malí se pueden arreglar y usar por el tiempo que haga falta. Además, les llena de felicidad.

-Es una persona luchadora.

-Seguiré luchando como mi padre me ha enseñado. Nunca me imaginaba jugar en un Tercera y lo estoy haciendo. He jugado en Primera en Túnez y en Tercera en Francia y en Alemania. Ya he vivido muchas experiencias. Tengo claro que Mallorca es como mi casa porque fue el primer lugar que estuve en España. Me siento muy bien aquí. Vaya a donde vaya tienes a Mallorca que te llama.

-¿Ha sufrido racismo?

-[Se pone serio]. No, aquí en Mallorca no. Me siento muy orgulloso de ese tema. Siempre me han tratado bien. En Son Oliva me he sentido como un blanco. Es un club en el que todos los que lo dirigen ayudan mucho a la gente. Salvador Mateu y Toni Batle me mimaron mucho.

-¿Es importante siempre saber de dónde venimos?

-Es vital. Pienso mucho en mi país y pienso llegar lejos para aportar más a la gente necesitada de allí. Claro que sé de dónde vengo. Mallorca me gusta mucho pero nunca me va a gustar más que Malí. Estoy orgulloso de mi país y no puedo olvidarlo. Si olvido de dónde he venido a donde tenga que ir voy a tener problemas, eso segurísimo.

-¿Tiene compañeros que hacen igual?

-No tienen la misma idea o iniciativa que yo, pero les gusta lo que hago.

-¿Qué haría si pudiera?

-Me gustaría, en plan religioso, realizar muchas construcciones, muchas mezquitas, casas para pobres, ambulatorios para los necesitados y aportar lo que pueda. Todo lo que una persona pueda necesitar. Si no has vivido la pobreza no sabrás lo que es. No he vivido como un pobre pero sé lo que es ser un pobre ya que he vivido con ellos, con gente necesitada. Si Dios me ayuda y me da fuerzas haré todo lo posible para apoyar y ayudar a que esa gente esté lo mejor posible. Mi espejo es Fréderic Kanouté (Malí, 1977, y exjugador del Sevilla, entre otros). No tengo ídolo, pero esa persona es mi mejor referente. Quiero ser como él ya que ha sido un ejemplo dentro y fuera del terreno de juego.

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