Como viene siendo ya tradicional, el segundo domingo del mes de mayo se inicia una nueva edición del ´Trofeu Ciclista Pla de Mallorca´ que este año llega a los 32 años de edad de forma ininterrumpida, lo que demuestra que responde a la demanda de los cuatro centenares de participantes que conforman la inscripción de las últimas ediciones, además de consolidar un evento importante en una zona no turística de nuestra isla. En su andadura, CaixaBank y el Consell de Mallorca siempre le han arropado. Los ganadores de las dos competiciones que engloba esta prueba fueron David Muntaner en el Pla Gran y Javier Salmerón en el Pla Petit.
Se inició como una carrera entre amigos. Era el año 1985 cuando los directivos de las entidades ciclistas de Sineu, Maria de la Salut, Petra y Sant Joan decidieron organizar conjuntamente una prueba de carácter social enfocada a aquellos practicantes del ciclismo que no participaban habitualmente en las competiciones federadas, la cual estaba reservada a los asociados de los cuatro clubes organizadores. La participación inicial, inferior a los 20 contendientes, contrasta con los cuatro centenares en los que se ha estabilizado en los últimos años.
Desde el año 1995 la enorme participación alcanzada motivó que la carrera se dividiera en dos competiciones totalmente diferenciadas, el Pla Gran y el Pla Petit, atendiendo a la diferencia de nivel deportivo de los participantes. Una estructura competitiva que se conserva todavía. Ahora el Pla Gran, con trazados de entre 80 y 110 kilómetros, engloba a los ciclistas de primera y segunda de las categorías que ha implantado la federación balear desde la pasada temporada, mientras que el Pla Petit acoge a los de tercera categoría con recorridos que no sobrepasan los 50 kilómetros.
En los 32 años consecutivos de esta carrera también ha variado mucho la imagen de los deportistas y sus monturas. La chichoneras de piel de los inicios se han transformado en los actuales cascos protectores. También han cambiado los pedales y los zapatos pasando de los las correas y los arrastrados a los pedales automáticos que hoy se utilizan. De forma similar, los cambios manuales de los años iniciales se han transformado en los automatismos actuales, además de la aparición de los pulsómetros y cuentakilómetros.
Otras muchas comparaciones podríamos establecer repasando la evolución de una carrera que con el paso de los años ha pasado de ser una cita entre amigos a convertirse para muchos de sus participantes en el gran aliciente de la temporada ciclista autonómica. Su evolución y su historial deportivo ofrecen una interesante página de la historia de este deporte en nuestra isla en las últimas tres décadas. Un sencillo repaso visual a las imágenes de su archivo fotográfico ofrece una clara muestra de su evolución.
