Hablar del Real Club Deportivo Mallorca, que ahora acaba de cumplir los cien años de existencia, es hablar irremediablemente del peñista Andreu González (Palma, 1921), más conocido por ‘Mallorqueta’. Es socio cofundador y de honor de la Peña Arrabal y una persona muy querida y apreciada por todos los mallorquinistas, especialmente los que conforman la familia de esta peña. ‘Mallorquetafue homenajeado en la pasada fiesta de esta peña mallorquinista y recibió la felicitación, por su intachable amor por los colores del Mallorca, por parte del director general del club, Maheta Molango, y del alcalde de Palma, José Hila.
-Todos los presentes se pusieron en pie para aplaudirle.
-La verdad es que me emocionó mucho. Siempre me he sentido muy querido por la gente, y más por la afición mallorquinista y los compañeros de la Peña Arrabal.
-Le llaman ‘Mallorqueta’, ¿porqué?
-Me conocen por este nombre y estoy muy orgulloso. Me puso este apodo el que formó la peña, Toni Martorell, que era cobrador de seguros en la Plaza Mayor de Palma. Me lo puso al ver mi gran afición y vinculación con el Mallorca. En un principio me molesté con él, pero la verdad es que me hizo muy popular. En poco tiempo la mayoría de gente ya empezó a llamarme por el apodo de ‘Mallorqueta’. La verdad es que me gusta.
-¿Qué representa el Mallorca para usted?
-Todo. He tenido siempre una devoción hacia este club y la seguiré teniendo hasta que me muera. Mi felicidad y mi estado de ánimo pasa por la situación del club; si ellos están bien y ganan, yo me encuentro bien y estoy contento. Si sufren y pierden lo paso realmente mal. El Mallorca lo es todo para mí y lo seguiré hasta que me muera.
-En las últimas temporadas debe padecer bastante.
-Llevamos una mala racha pero el equipo volverá a lo más alto, estoy seguro. Me disgusto mucho cuando pierden y últimamente ganan pocos partidos.
-¿Contempla el descenso a Segunda B?
-No, ni mucho menos. No me gustaría en absoluto, pero como buen mallorquinista seguiría animado al equipo para que lograra el ascenso. Repito, el equipo no bajará y todos hemos de hacer lo posible para evitar que descienda.
-¿Por qué el Mallorca y no otro equipo?
-Cuando yo tenía 20 años la vida era diferente. Los niños jugaban en la calle y uno de los pocos espectáculos que había era el fútbol. Cuando jugaba el Alfonso XIII en el campo del Bons Aires íbamos para ver los partidos. Fue allí cuando comenzó mi admiración y afición por el Mallorca.
-Habrá cambiado todo desde esa época.
-Sí, totalmente. Nada es comparable, solamente la ilusión.
-¿Qué entrenador le ha marcado marcado más?
-He visto muchos y diferentes. Sin embargo, uno de los que más me ha cautivado ha sido Luis Aragonés. Me gustaba su gran personalidad y el gran rendimiento que sacó de la plantilla.
-¿Y jugador?
-He visto muchos y tengo muchos amigos entre los jugadores que han pasado. Con dos intimé bastante como el portero Zaki Badou y con Enrique Magdaleno. Dos grandes amigos y buenas personas.
-¿Qué piensa que un empresario americano haya comprado el Mallorca?
-Me da igual, lo que nos debe de importar es que el club prevalezca con el paso del tiempo. Parece que los nuevos vienen con muchas ganas y la intención de hacer las cosas bien.
-¿El socio más antiguo del club?
-[Se pone serio] Hay uno que dice que es el primero pero no es verdad, soy yo. No obstante, me da igual. Lo importante es seguir al Mallorca. Yo no pensé en hacer la renovación cuando era el plazo a los socios y perdí mi antigüedad. Lloré mucho. Me hice socio cuando tenía 20 años, había acabado la mili, y tengo ahora 94.
-Habrá visto infinidad de partidos.
-Sí, siempre que puedo los veo y suelo guardar en casa distintos recuerdos.
-¿En casa?
-En casa tengo muchísimas cosas del Mallorca desde tiempos inmemoriables. Cosas que nadie o muy pocas personas han visto. Guardo todo lo que puedo con mucho cariño. Es como si en mi casa tuviera una pequeña historia del club que tanto quiero.
-¿Jugó al fútbol?
-Hasta que me rompieron la pierna por dos sitios. Me ha había ido del cuartel y no dije que me había ido a jugar. Pero era muy malo.
-Del Mallorca y ‘catalinero’.
-Los aficionados de Santa Catalina son los más apasionados del mundo. Llevan el fútbol en la sangre. Estoy orgulloso de serlo. Me acuerdo de los partidos en la calle Fábrica que ya se vivían de manera intensa.
