La piscina de Son Hugo acogió a inicios de mes una nueva edición del Mallorca Open Màsters de natación, evento que congregó a 340 nadadores 'veteranos' de 12 nacionalidades distintas y que dejó constancia, una vez más, del arraigo de esta modalidad en la isla, pese a las dificultades por la que atraviesa en los últimos años.
La Federación Balear cuenta en estos momentos con más de 200 fichas de nadadores másters, condición que adquieren los deportistas que ya no están para competir a nivel federado o profesional, ya sea por condición física o por decisión personal. Sin embargo, la gran mayoría de quienes se inician en la natación mantienen su amor por esta modalidad y se unen a los distintos clubes que en la actualidad están activos.
A grandes rasgos, para ser nadador másters basta con haber superado los 20 años de edad, aunque siendo veinteañero se es, realmente, premáster. A partir de ahí se dividen las categorías por lustros y se compite en las distintas pruebas -libre o crol, espalda, mariposa y estilos-, casi sin límite, porque hay nadadores que siguen compitiendo con los 90 años cumplidos y superados.
"Lo más normal es que en las competiciones de másters participen nadadores que ya han competido en categorías escolares o federadas", señaló ayer Raúl García, presidente hasta el pasado sábado de la Federación Balear, ya que ese día se celebró una asamblea con la que se ha puesto en marcha el mecanismo para celebrar las elecciones este año. "Aunque también hay que contar que muchas personas que nadan habitualmente se animan y deciden competir. E incluso hay personas mayores que descubren en la natación nuevos retos", afirmó.
"Hubo un auge y en estos últimos años se ha estabilizado el número de fichas en másters", reconoció García, que considera que "la entrada en escena de otras disciplinas deportivas como el duatlón o el triatlón" ha incidido en este pequeño parón de la natación. "Hay que entender que otras modalidades se celebran al aire libre y que para la natación se necesitan instalaciones adecuadas. Y suele realizarse en sitios cerrados. Son diferencias que decantan la balanza", explicó.
"Hay que tener en cuenta también que en el triatlón, por ejemplo, la natación es la primera prueba y los nadadores suelen hacer buenos tiempos. Y eso ayuda para afrontar el ciclismo y la carrera a pie", añadió.
Otro aspecto a tener en cuenta es la dedicación. "Aunque se hable de másters, no deja de ser deporte competitivo. Se necesita también realizar entrenamientos dirigidos y no siempre es fácil poder compaginar horarios con el trabajo. Lo habitual es que por la mañana no puedan ir a la piscina y luego por la tarde cuesta encontrar sitio, una instalación. Es normal que tengan preferencia los escolares, por ejemplo", aseguró García.
La Federación organiza una Liga Balear de másters que, junto a las competiciones en los diferentes Trofeos que se realizan en las islas para esta categoría, sirve a los nadadores para mantener el nivel competitivo y, además, a muchos de ellos les permite prepararse con vistas a su participación en Campeonatos de Europa o Mundiales.
El Mastbal (Masters Balears), desde 1993, y el Esmàs (Esports Màsters), que se constituyó en 2003, eran hasta hace poco tiempo los únicos en los que había deportistas másters. Sin embargo, han ido sumando nadadores de esta categoría clubes como el CN Palma, Inca, Felanitx, Artà o Ibiza Masters, además de entrar en escena entidades como el Deportivo Best Mediterranean o el CN Triswim, que han ampliado así su nóminas de licencias.
