Doctor en historia contemporánea por la Universitat de Barcelona y que por diversos avatares de la vida reside desde hace años en Mallorca. Tras conocer a gente relacionada con el mundo del deporte, concretamente del Atlético Baleares, le interesó su “personalidad e idiosincrasia”. Por deformación profesional encontró que “aún faltaban muchas cosas por conocerse” tras la publicación del libro de Antonio Salas Fuster sobre la historia del club blanquiazul. “Me quedé sin trabajo y fui introduciéndome cada vez más en los anales de la historia del fútbol balear”. Es Manel García, autor del libro Els origens de l’Atlètic Balears (1920-1942).
-Acaba de presentar un libro sobre los inicios del Atlético Baleares.
-Estoy muy satisfecho. Escribir un libro de investigación siempre es una experiencia ,no ya por lo que encuentras sino por todo lo que te aporta y todo lo que lo envuelve. En este caso hablamos de hechos que sucedieron hace casi un siglo y prácticamente no hay testimonios. Todo está sacado de la prensa. Y todo lo que ves de la vida cotidiana de aquellos tiempos es muy interesante y curioso. Y es que es imposible fijarte solamente en los resultados y en la crónica deportiva. Vas impregnándote, es inevitable. Y hasta que no llevas varios meses no empiezas a coger una noción de todo. Te vas sumergiendo en la investigación, y es aquí cuando vives la experiencia del libro. En una búsqueda, en dos semanas no tienes ni para empezar.
-¿Cuánto ha tardado?
-Alrededor de un año y medio. En un principio me lo plantee como un entretenimiento, ya que estaba sin trabajo. Pero también soy muy perfeccionista y me dije “no encuentras trabajo... pues lo haces bien, minuciosamente”. Me puse en plan exhaustivo, no me vale solo eso de mirar los resultados, debo peinarlo todo.
-¿Qué fuentes ha tenido?
-Básicamente bibliotecas, la March y la de Can Sales, mirando prensa antigua. También he ido al Archivo del Reino para ver el registro de asociaciones. Pero principalmente mi fuente han sido los diarios. Hay testimonios como la nuera del fundador del Mecànic, que la encontré por casualidad con 90 años. Tenía buena cabeza y su hija guardaba cosas, entre ellas una foto que he aprovechado y muchas cosas que estaban a punto de perderse.
-La raíces, ¿es vital conocerlas?
-Indudablemente. Un aficionado de un club debe conocer sus raíces. Si solo se preocupa de quién juega mañana o a quién se ficha, no sabe nada. Como mucho le puede venir la afición por su familia o entorno, pero eso es limitado. Es una visión familiar y muy subjetiva y que en el tiempo es muy reducida. Hay que pensar que hablamos de un club de casi cien años. No vale con decir que eres aficionado solo porque tu padre lo era. Si no conoces el principio no puedes tener una visión en conjunto del club. Además, y lo más importante, es que ya había cosas que se habían perdido. La gente se había quedado en 1942, nadie preguntaba por lo que sucedió antes. Toda esta memoria, esta historia del Atlético Baleares, se había perdido. La he rescatado, porque es donde empieza todo.
-¿Tenemos memoria histórica?
-Tenemos poquísima. Aquí estamos empezando. Hay lugares como Barcelona o Madrid que están más avanzados en este aspecto que nosotros. E incluso hay entidades deportivas que por encargo tienen cosas hechas, pero en Mallorca, aparte de unos libros, no hay prácticamente nada. Y la poca cosa que se ha hecho ni se valora ni se aprecia. Quien mejor lo tienen son los mallorquinistas, pero conocemos muy poco.
-¿Por qué?
-Es un mal en concreto del mundo deportivo, donde se vive muy al día. Solo interesa quién juega, quién gana y quién pierde. No se le da un valor. Todos los ámbitos relacionados con el ocio parece que no tienen memoria, que no tengan un valor. La historia de la Cámara de Comercio, por ejemplo, sí se debe de hacer; o la del Círculo Mallorquín. Pero piensas en un club de fútbol y dices “ah, bueno”. Parece que no se tiene ningún interés, además de existir mucha volatilidad. El mundo del deporte funciona aparte. Parece que la cultura deportiva sea intrascendente.
-¿Qué proyecto tiene?
-Reconstruir toda la competición del fútbol base balear. Ahora mismo estoy trabajando en sus orígenes y tengo reconstruido desde sus inicios, en 1899, hasta 1945. Equipos, categorías, resultados, amistosos... todo. Es la única manera de tener una visión fiable de lo que sucedió en esa época.
-¿Un catalán escribiendo nuestra historia deportiva?
-Más de una vez lo he pensado. Cuando vine aquí me encontré un terreno virgen, sin explorar. Y me pregunté: “¿Y eso a nadie le interesa?”. Hay días que me paso cuatro horas, como mínimo, recopilando datos y datos. No doy abasto.
