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Gente en la sombra

Diego Martínez y Néstor Juan: "Es un sueño pitar en Primera con los mejores jugadores del mundo"

"Es muy difícil llegar a una categoría elite" - "No podemos vivir solamente del arbitraje, realmente se trata de un hobby al que le dedicamos gran parte de nuestro tiempo ya sea entrenando, preparando cada partido o viajando para pitar"

Néstor Juan y Diego Martínez posan tras ser galardonados por el Comité Balear de Entrenadores de Fútbol.

­­Dos amigos de la infancia -se conocen desde los 7 años-, amantes del fútbol sala, han visto cumplir uno de sus sueños, arbitrar en la máxima categoría nacional. Han jugado desde pequeños, llegando a militar en la Tercera División. Diego Martínez se lesionó en la rodilla a los 20 años. “Entre la recuperación y que ciertamente pasábamos más tiempo calentando que jugando decidimos hacernos árbitros para seguir ligados al fútbol sala”, asegura. También participan en carreras populares. Son Diego Martínez (Valencia, 1984) y Néstor Juan (Palma, 1984), árbitros de la Primera División de fútbol sala.

-¿Ya han asumido que arbitran en Primera División?

-Es un sueño pitar en Primera con los mejores jugadores del mundo y a la vez un reto, ya que la exigencia es máxima. Cuando alguien empieza en el arbitraje siempre tiene la aspiración de subir y pitar en categorías superiores, pero es difícil llegar. Muy buenos árbitros se quedan en el camino. Por tanto hay que esforzarse al máximo.

-¿Ha sido duro?

-Sí, realmente es muy difícil llegar a una categoría elite. Nuestra trayectoria ha sido de dos años en Tercera, dos en Segunda B y tres en Segunda. Sin duda, nuestro esfuerzo y entrega para llegar a Primera ha sido máximo, pero también tenemos que agradecer el apoyo que hemos tenido siempre de nuestro presidente Tomeu Riera y, especialmente, de Manolo Lladó como coordinador, que nos formó como árbitros y nos enseñó todo lo que sabemos.

-¿Cómo es esta categoría desde el punto de vista arbitral?

-Llevamos casi media temporada y el cambio se nota respecto a Segunda, sobretodo en el ritmo de juego, que es bastante más alto e intenso, lo que te obliga a estar concentrado y en tensión máxima los 40 minutos. Las jugadas y decisiones arbitrales sin duda tienen mayor repercusión, y más desde que se televisan los partidos.

-¿Se puede vivir del arbitraje?

-No, realmente se trata de un hobby al que le dedicamos gran parte de nuestro tiempo ya sea entrenando, preparando cada partido o viajando para arbitrar. Un colegiado de fútbol de Segunda con el mismo nivel de dedicación que nosotros ya puede vivir perfectamente sólo de arbitrar; en nuestro caso solo es un extra.

-¿Por qué eligieron el fútbol sala?

-Desde pequeño jugábamos y siempre nos ha gustado más que el fútbol. Nos parece más dinámico, divertido y emocionante. Y si llueve no te mojas [se ríen].

-La polémica y la rivalidad, ¿son comparables al fútbol?

-Sí, pero en menor escala ya que no hay tanta repercusión mediática ni tanta afición como con el fútbol, aunque hay partidos como un ElPozo-Inter o Barça-ElPozo en los que el ambiente no tiene nada que envidiar al de un derbi de fútbol. Cada vez hay más afición y se nota en las gradas.

-¿Ustedes pasan más desapercibidos?

-Eso es lo que intentamos y pretendemos en cada partido. Intentamos que se desarrollen de la forma más atractiva posible para los espectadores respetando las reglas del juego. Aunque no siempre es posible pasar desapercibido, pero forma parte del juego.

-El juego en el fútbol sala es más rápido que en el fútbol, las decisiones de ustedes deben estar acordes al mayor ritmo. ¿Es más fácil equivocarse?

-La pista es más pequeña que la de fútbol, los árbitros estamos siempre fuera junto a la línea de banda y nuestra visión es de perspectiva frontal en la mayoría de casos y a poca distancia de la jugada, lo cual dificulta en ocasiones la toma de decisiones al tener que reaccionar más rápido y abarcar mucha más información en nuestro campo visual. La coordinación y compenetración con el compañero es esencial para minimizar los errores.

-En fútbol hace muchos años que se lucha para que Balears tenga árbitros en la máxima categoría, algo que sí se ha logrado en el fútbol sala.

-Creo que en fútbol se está haciendo un buen trabajo: hay un asistente específico en Primera y otro en Segunda. En esta última categoría debuta este año como árbitro nuestro compañero Guillermo Cuadra, que creemos que tiene potencial como para dar el salto en breve. También hay cuatro compañeros en Segunda B. En cuanto al futuro, el Comité se ha adaptado a las exigencias del programa de talentos y se han potenciando mucho las categorías de Tercera y Preferente, en las que se están generando árbitros jóvenes muy preparados. Creemos sinceramente que el arbitraje balear goza de buena salud. En pocos años veremos más árbitros en categoría nacional.

-Desde su perspectiva, ¿cómo ven el fútbol sala mallorquín?

-Poco a poco parece que después de la crisis se está viendo la luz al final del túnel, aunque es cierto que en Tercera se han perdido equipos y que este año la Liga va a tener pocos conjuntos. En fútbol sala base cada vez hay más licencias.

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