En su etapa escolar jugó a fútbol sala en el Montesión y a baloncesto en el Hispania. Sin embargo, un problema en el riñón propició que dejara la práctica deportiva muy joven. Con 23 años un buen amigo le dio la oportunidad de entrar en el Colegio Pedro Poveda y ahora es un entrenador que “intenta aprender algo nuevo cada día” y que “lo da todo por sus chavales”. Es Marc Calafell (Palma, 1986), actualmente entrenador del equipo alevín y amateur del Pedro Poveda, un club que resiste y que ha progresado notablemente.
-Entrenador, coordinador, directivo… ¿Sin la labor de personas polivalentes como usted no existirían clubes de fútbol sala?
-No diría tanto, pero sí que sería todo más difícil. Federación, equipaciones, material, monitores, parte económica... Un club modesto no puede permitirse tener a una persona para cada gestión. Además, es importante tener una junta directiva que se implique en el día a día.
-¿Se siente mejor jugando o entrenando?
-Creo que de las dos maneras. Pero el banquillo engancha y me apasiona ver crecer a los chavales futbolísticamente y como personas, y sentirme partícipe de ello aunque sea un uno por ciento. Este año, además, estoy viviendo mi primera experiencia con jugadores amateurs y la estoy disfrutando al máximo.
-¿Cómo está el fútbol sala en Mallorca?
-Siempre se pueden mejorar cosas, pero creo que el fútbol sala goza de buena salud en la isla. En los últimos años el número de licencias ha aumentado y creo que estamos en el buen camino. Considero que entre todos estamos haciendo una gran labor y tener un exponente como es el Palma Futsal nos ayuda en esa labor.
-La integración en la Federación de Fútbol significó para el fútbol sala balear salir del ostracismo. ¿Considera que hay un antes y un después?
-No puedo opinar con la misma perspectiva que la gente que ha vivido el fútbol sala muchos más años que yo. En mi modesta opinión diría que esa integración por una parte nos ayuda a ser más fuertes pero por otra nos priva de autonomía. Me gustaría que se implicara más en la gestión a gente que lleva en el fútbol sala más de 20 años y pueden aportar sus conocimientos y su experiencia.
-¿Sigue habiendo reparos en apuntarse a jugar a fútbol sala y la balanza siempre cae a favor del fútbol?
-El fútbol estira mucho, los padres ya valoran el trabajo que se realiza en el fútbol sala en cuanto a la formación de los chavales. Siempre están a tiempo de realizar el cambio. Además, en Mallorca ya hay algún club que ofrece a los chavales, desde el inicio de su formación, jugar a la vez a fútbol sala y a fútbol.
-Hay más equipos pero casi los mismos clubes. ¿Por?
-Al final los clubes de siempre son los que se mantienen en fútbol sala. La diferencia está en que los clubes más grandes tienen, sobretodo en categorías de base, 4 o 5 equipos. Clubes más humildes como el nuestro tenemos que reforzar algunos equipos con jóvenes de una categoría inferior para poder mantener un equipo por categoría.
-Ustedes son un ejemplo de progresión. ¿Su fórmula?
-Sonará a tópico pero es así. Trabajo, trabajo, trabajo. Todos los que formamos parte del club damos lo máximo para que éste siga creciendo. El club tiene tres años de vida y todos somos conscientes de nuestras limitaciones, directiva, padres, monitores y niños. El 90 por ciento de nuestros jugadores son del colegio Pedro Poveda y, a pesar de tener solo una línea por curso, este año contamos con cuatro equipos de base y uno amateur. Para nosotros es un logro tener tantos equipos y nos anima a seguir trabajando.
-En senior hay carencia de equipos, ¿obedece solo a la crisis económica?
-Hay muchos aspectos a tener en cuenta. Está claro que para algunos clubes se hace difícil mantener un equipo federado por las altas cuotas y por las dificultades para encontrar patrocinadores. Pero también hay otros aspectos importantes, como la falta de motivación o los casos de clubes que no tienen base, lo que hace que esos equipos amateur estén condenados a morir a corto plazo. Nosotros tenemos base, pero solo hasta alevines y por eso el grupo amateur se ha formado sobre todo con ex jugadores y alumnos de Pedro Poveda y algunos padres de niños que están actualmente en el club.
-Los amantes del balompié aseguran que un buen futbolista tiene que haberse iniciado en el futbol sala. ¿Cierto?
-No es una condición sine qua non, pero estoy bastante de acuerdo con esta afirmación. Para la primera etapa de formación el fútbol sala ayuda a mejorar algunos aspectos técnicos y tácticos que luego pueden ser muy útiles en su etapa de futbolista. La toma de decisiones en décimas de segundo y en espacios reducidos, los controles con pisada o pases al primer toque bajo presión están entre esos aspectos. A éstos le sumaría la mayor participación en el juego que tiene un jugador de fútbol sala por el hecho de ser solo 4 jugadores en pista.
-Somos privilegiados por contar con el Palma Futsal en la máxima categoría.
-Por supuesto que sí. Tener al Palma Futsal en la máxima categoría y codeándose con Inter, Barça o Pozo es importante para nuestro deporte. Su labor social también ayuda a promover nuestro deporte y a que los chavales lo sientan más cercano. Los chavales quieren ser Messi o Cristiano pero también piensan en Taffy o Joao.
