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Guillem Cuart: "Todo sale de nuestros bolsillos y de nuestro esfuerzo y sacrificio"

"Desde pequeño me gustan los coches. Mi padre me llevaba a la Subida al Puig Major y una cosa lleva a la otra"

Guillem Cuart (d) posa con el coche del equipo Can Ribas, un Peugeot 206, y junto a su compañero Mateo Jurado.

Se define como un aficionado y un amante del mundo del motor en general y a los rallies en particular. Un día decidió convertirlo en su hobby. Empezó en 1996 como piloto y en los últimos años ha desempeñado funciones de copiloto. Tiene claro que esta es su pasión y espera que este gusanillo "no acabe nunca". "Pienso seguir al pie del cañón mientras el cuerpo aguante", señala. Es Guillem Cuart, piloto de rallies de automovilismo.

-Tristemente las carreras de coches han sido actualidad en los últimos meses. ¿Hablamos de un deporte peligroso?

-Es peligroso, pero si todos pusiéramos un poco de nuestra parte, lo sería mucho menos.

-Explíquese.

-Los aficionados, colocándose correctamente y escuchando y atendiendo a los comisarios de tramo y los carteles que prohíben que se sitúen en ciertas zonas del recorrido de las pruebas deportivas. Los pilotos, teniendo todas las medidas de seguridad del vehículo y personales al día y correctamente colocadas. Sin duda, todo esto ayudaría a que el automovilismo fuera menos peligroso.

-¿Desde dentro del coche se piensa en el público?

-Como piloto diría que vas tan concentrado y pensando en todo lo que tienes que hacer, que no te da tiempo a pensar en ello. Como copiloto ves más dónde está la gente y si está mal colocada. Piensas más en ellos, por lo menos en mi caso.

-¿Podría ocurrir en Mallorca un accidente como el que sucedió en Galicia en septiembre, en el que fallecieron siete espectadores?

-Por desgracia, sí. Va mucha gente que se coloca en sitios inapropiados del trazado. Un coche a alta velocidad, si sufre una salida de pista o un accidente, no se sabe nunca dónde va a parar, al público, a la cuneta, a un guardarraíl o a un barranco. Esto es así.

-¿Cómo se aficionó usted a los coches?

-No lo sé bien. Desde pequeño me gustaban los coches. Mi padre me llevaba a ver la Subida al Puig Major y una cosa lleva a la otra: te sacas el carné y cuando te quieres dar cuenta, estás metido en esto hasta las cejas.

-Qué influye más a la hora de ganar, ¿un buen coche o un buen piloto?

-Está claro que todo influye. Cada cosa sin la otra no sirve para ganar y sin un poco de suerte, tampoco lo consigues.

-¿Sin patrocinadores no hay carreras ni coches?

-Sería lo suyo, que los patrocinadores costearan las carreras y los coches.

-¿Y no sucede esto?

-[Se ríe] A nivel regional no conozco a nadie al que los patrocinadores le costeen todos los gastos. Todo sale de nuestros bolsillos y de nuestro esfuerzo y sacrificio.

-¿Qué puede costar 'arreglar' un coche para correr?

-Puedes correr con un coche de tres mil euros o uno de un millón. En automovilismo puedes gastarte lo que quieras o puedas.

-Ha ganado usted un concurso de trompos, ¿cómo se compite en eso?

-No era exactamente así, una competición de trompos. Era un rally y dentro de la propia prueba había un concurso de trompos en una curva determinada. El público votaba al que más le gustaba y me eligieron a mí. Gané.

-Si viera a su hija haciendo trompos con el coche, ¿qué le diría?

-Si los hiciera en un circuito o en una carretera cerrada, nada de nada. Si fuera por la calle y poniendo a la gente en peligro, se llevaría una buena bronca. No obstante, prefiero que se aficione al automovilismo que al alcohol. Como dicen en las redes sociales, si tiene y se gasta el dinero en coches, no lo tendrá para lo otro.

-¿Qué próximos retos o proyectos tiene en mente?

-En principio lo tengo muy claro, seguir en el automovilismo que es lo que me apasiona y me llena. Como sueño, correr una o más pruebas del Nacional de rallies. Es un aspecto que me hace mucha ilusión desde hace tiempo.

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