Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arquitectura

Cuatro horizontes

Una visita a la capilla de Ronchamp de Le Corbusier

Capilla de Ronchamp.

La capilla de Notre Dame du Haut es una obra de fuerte carácter expresionista que se aparta del racionalismo (del ángulo recto€) que impregna toda la obra de Le Corbusier, el famoso arquitecto franco-suizo. El tema religioso hizo que los criterios funcionales pasasen a un segundo término siendo protagonista la emoción. Recibió el encargo en 1950 y se inauguró en 1955, aunque la obra propiamente dicha se desarrolló en tan solo dos años. Se trata de una capilla de peregrinaje que, por la maravilla del proyecto y la proyección de su autor une los religiosos con los, probablemente hoy más numerosos, peregrinos arquitectónicos y artísticos. Ahora además Renzo Piano hizo un edificio allí, un albergue, enterrado para no molestar a la capilla.

Una visita que el famoso crítico de arte John Berger, recientemente fallecido, hizo a Notre Dame du Haut, con John Christie, artista y fotógrafo, y dos monjas del Monasterio de Regina Laudis de Connecticut, sor Telchilde Hinckley, que es licenciada en Historia del Arte y sor Lucía Kuppens licenciada en Literatura Inglesa, doctora en Zoología y abadesa del citado monasterio norteamericano, se ha cristalizado en estas páginas del libro Cuatro Horizontes, una visita a la capilla de Ronchamp de Le Corbusier que edita Gustavo Gili. Me ha encantado por los puntos de vista a los que nunca habría llegado sólo con mis libros y visitas. Es curioso, viendo la foto de la iglesia tras los bombardeos, hoy yo la hubiera restaurado, vamos que he traído "de entre los muertos" edificios mucho más deteriorados, y si él, Le Corbusier, hubiera hecho lo mismo, hoy no tendríamos una de las joyas del siglo XX. Da que pensar. Es también curiosísimo, lo que ya y por otras muchas razones hemos visto, no solo la obviedad del ateísmo de Le Corbusier, sino también su cualidad de directamente "mala persona" (denunciando amigos al gobierno de Vichy, insinúa el libro que para "pillar obra"€) Cuando lees las memorias de Benvenuto Cellini piensas como un ser tan cuestionable puede hacer obras como las que hizo, tan plenas de belleza€El Padre Couturier, que se había formado como artista y autor de vidrieras, y fue quien propuso a Le Corbusier tanto para esta obra de Ronchamp como para La Tourette, dijo, y cita el libro,: " Para que renazca un arte sacro, lo ideal sería tener genios que fueran también santos, pero en las circunstancias presentes, si esos hombres no existen, creemos que a fin de provocar ese renacimiento, esa resurrección, es más sabio buscar genios sin fe, que creyentes sin talento." Por otro lado, el libro también desvela como, sin decírselo, Le Corbusier pagó gastos médicos para este sacerdote, que no pudo ver culminada la obra (tan malo el Corbu no sería pues...) Muy interesante el análisis del lugar, como meseta elevada que domina los cuatro horizontes, su energía primaria, que sin duda, dicen ellos, debió albergar en todos los tiempos, antes de la iglesia destruida por la guerra, otros edificios espirituales. El valor del pequeño equipo de hombres que suben a la colina cada día a trabajar por una obra, su unidad, también se valora€y a mí me viene a la memoria esos campesinos del cuadro de Millet, rezando al alba ya en el campo donde laboran. La visión de las monjas es también muy interesante, cuestiones como tu inclusión en la obra como en el útero materno, especialmente en la capilla roja (donde cree Sor Lucia que se debe rezar por situaciones especiales, concretas, porque transmite pasión, sangre, sufrimiento€), o su relación con el paisaje, absorbiéndolo, la figura de la escultura de la Virgen que permanece del edificio anterior y nos une al pasado (como el altar de la Virgen del Camino en León de Fray Coello de Portugal). Marie Madre de Dios, pero también Marie nombre de la madre del arquitecto€ La iglesia como homenaje a su madre€

La luz, la pequeña grieta que separa la cubierta del resto de la fábrica y la hace suspenderse, alzarse y repiten las religiosas: elevarte tu también€ es un efecto que el genio decide en una de las pocas visitas a la obra que hizo, viéndolo recién desencofrado. La luz de sur que se rompe en las cristaleras, su cualidad, de estas, infantil en los textos y caligrafía: "como la oración de un niño". La sencillez de materiales, el "rechazo de la riqueza y la exageración, las dos suelen ir juntas" en palabras de Berger. Muchísimas gracias a Jorge Juan Fernández Sangrador que me lo aconsejó, y que por cierto leyendo sus textos invita a pensar, contraviniendo a Couturier, que quizá sea posible encontrar artistas, escritores, sacros y genios a la vez€

Compartir el artículo

stats