"Que él y yo y el niño amortajado somos una misma realidad que nunca ha dejado de existir, que nunca ha existido". Este fragmento, a caballo entre el registro real (claros) y el ficticio (sombras), resume con exactitud el extracto de este compendio de cuentos, dieciséis genialidades narrativas en las que las palabras van configurando diferentes significados de forma repentina, inesperada, creando una especie de partida de dominó entre el escritor y quien lee. O varias partidas, ya que aquí el concepto de claros y sombras es relativo, siendo la percepción de cada uno ante un hecho lo que marca la pauta en la lectura. Belén Terriente Ballesteros (Madrid, 1981) reflexiona en estos relatos cortos acerca de la inconsistencia de la realidad, algo que ineludiblemente invita a evocar el hilo conductor de la obra teatral Extraño anuncio de Adolfo Marsillach o los versos de Francisco de Quevedo ("huyó lo que era firme y solamente lo fugitivo permanece y dura").
Las historias aquí sirven como excusa para disertar sobre aquellas emociones o sensaciones a las que no solemos prestar atención. A modo de ejemplo, en El deshielo cubitos de agua se deshacen en una mesita, mientras los ojos se entornan y la calma va apoderándose de los músculos. La descongelación del hielo empuja a la autora a crear un bosque de sombra fresca con juncos. Es cuando en la imagen aparece una barca y "el espumoso amarillo de luz en armoniosa conjunción con la madera de la que está hecha". En Algo más allá, podría deducirse que las personas solo mueren cuando se deja de pensar en ellas, de recordarlas; es pues una salida de esperanza frente a aquellos que creen que en la existencia terrenal acaba todo.
Uno en su modestia se pregunta cuál será el porvenir de los ahora escritores de literatura en corto y su persistencia en el tiempo, tal como está el panorama editorial en España, donde los contenidos de cierto volumen tienen cabida en las políticas de las grandes firmas y las novedades prometedoras acaban diluyéndose hasta hacer 'desaparecer' al prometedor autor, quedando supeditado a la economía de mercado.
