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Tinta fresca

El humor de los dos colores

Carlos Aguilar analiza el apasionante cine cómico español de los años 50, dividido entre la comedia negra y la rosa

Imagen de la película de Luis G. Berlanga ´Plácido´.

Autor de libros imprescindibles como su Guía de cine -en permanente actualización- o sus sagaces y profundos estudios de realizadores como Clint Eastwood, Sergio Leone, Mario Bava o Jean-Pierre Melville, el crítico y escritor Carlos Aguilar realiza en Cine cómico español un viaje tan ameno como exhaustivo a la comedia de los años cincuenta, donde se dieron cita dos corrientes de distinto color: la comedia de humor muy negro (Bienvenido, Mister Marshall, Esa pareja feliz, El cochecito o Historias de la radio) y la comedia rosa a todo color y con títulos tan populares como Ana dice sí, Las chicas de la Cruz Roja o El día de los enamorados.

Aguilar trata en su libro un tipo de cine español "muy específico, pues difiere ostensiblemente del que se cultivaba antes en nuestra industria, y desaparecerá al completo tras definirse el siguiente decenio. Humanamente, lo simbolizan los actores José Isbert, Manolo Morán y José Luis Ozores, tres genios del sector. En el plano cinéfilo, implica el acceso del actor Fernando Fernán Gómez a la dirección, y el debut del guionista Rafael Azcona y el realizador Luis G. Berlanga, principalmente".

Escribió el libro porque "el humor español de los años 50 significa mi bloque favorito de nuestro cine, quizás hasta con diferencia, me encanta en todos los sentidos. La idea le apasionó al editor, Pablo Herranz, que ha debutado así en publicar libros de cine, antes editaba cómics. Y me ha dado absoluta libertad y plena confianza, amén de volcarse respecto a medios, puesto que ha contratado al que probablemente sea el mejor maquetador de libros que existe ahora en España, Javier G. Romero, que se ha superado a sí mismo en el diseño, el cual incluye cientos de imágenes diversas, en color y en blanco y negro, en gran parte inéditas".

Antes, Aguilar había escrito "básicamente sobre temas y cineastas volcados en el cine de género, sobre todo western y fantástico. Por ende, me hacía mucha ilusión escribir ahora sobre comedia, un género dificilísimo y poco valorado. De este modo, además agrego una obra diferente de cuantas he dedicado a aspectos o profesionales del cine español".

Su aproximación al trabajo ha consistido en "aunar querencia y rigor, contextualizando en términos sociopolíticos, diferenciando etapas y estilos, analizando las películas y desglosando las particularidades de los profesionales: directores, productores, intérpretes, guionistas...". Para el autor este cine "comienza justo con el decenio de los 50, porque es cuando se realiza El último caballo, producida, escrita y realizada por Edgar Neville, al significar una comedia que rompe al completo con todo el cine humorístico español previo. Y lo finalizo en 1961, debido a que es el año de Plácido, de Luis G. Berlanga, la mejor película realizada hasta entonces en España, curiosamente junto con Viridiana, de Luis Buñuel, que es del mismo año y usa también la indigencia como núcleo temático, en apasionante y curiosísima coincidencia". El prólogo es de tronío: "Nunca agradeceré bastante a Analía Gadé que lo escribiera. Es la actriz fundamental del período, por entidad y significación. Aceptó porque le enseñé el primer capítulo, ya maquetado, y le encantó. Para mí, contar con su prólogo representa un placer y un honor".

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