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Periodismo

La otra mitad no se rebela

´La gente del Abismo´, un reportaje de Jack London en el Londres más oscuro

´Desde el infierno´, película ambientada en el East End de Londres.

El East End fue el territorio de caza de Jack el Destripador. Y, poco después, el de Jack London. El escritor norteamericano decidió infiltrarse en las calles llenas de mugre, tristeza y hambre del distrito londinense y dejar constancia escrita de todo cuanto pudiera contemplar: una especie de médico social, de notario que da fe y se queda sin ella, un reportero que se aventura en la oscuridad de la capital del mundo como un marinero recorre el cauce del Congo en busca de la realidad. London intenta escribir La gente del Abismo con la objetividad que se exige al periodista, pero según avanza en su relato la subjetividad toma los mandos y del reportaje emerge la congoja. El extremo oriental de la ciudad de Londres está tan cerca del infierno como el Five Points de Nueva York, el territorio denunciado por el fotógrafo Jacob Riis en Cómo vive la otra mitad. La caridad entierra el futuro mientras este recorre las calles más peligrosas del mundo.

Cuenta London que desciende por la calle Comercial en dirección a la avenida Whitechapel y lo que se encuentra es "un zoológico de bípedos vestidos que, si parecían hombres, aún más parecían bestias" (p. 247). Es London un reportero de una revista de exploradores que llega para contar que la felicidad no estalla a la salida de los teatros del extremo occidental de la ciudad. Habla con tristeza de familias amontonadas, de muertos en vida, de hambre, hambre y hambre€ Y todo esto sólo le produce el asco y, por eso, en ocasiones se pone marxista y escribe: "La supremacía de una clase solamente puede asentarse en la degradación de las otras clases; y cuando se margina a los trabajadores en el gueto, éstos no pueden escapar ya a la degradación" (p. 197). Pero cuando London es más London es cuando cuenta en primera persona el desayuno en la sede del Ejército de Salvación: pan a cambio de salmos. O cuando cuenta la noche en vela en las calles del centro de Londres o la noche pasada en el albergue para pobres (los anfitriones cobran una mala cama y una mala comida con una jornada de picapedrero sin remunerar)€

La gente del Abismo es un reportaje periodístico, pero también es un manifiesto contra la opresión, un canto a la revolución que, sin embargo, cae en el desánimo. La realidad es más cruel que el deseo del infiltrado. London escribió La gente del Abismo después de una temporada particular en el infierno (1902). Era el inicio de una carrera literaria que daría frutos tan tempranos como La llamada de la selva o Colmillo blanco. Había recorrido las frías riberas del Yukón y había descubierto que hay más mundos posibles que los que se esconden en las calles de los bajos fondos. Siguió la estela de Jacob Riis y a él, algunos años después, le siguió el joven George Orwell, el mismo de Vagabundo en París y Londres. La editorial Gatopardo recupera ahora un documento histórico y lo hace con una portada más que ilustrativa: un pobre en el suelo, un policía que espera que el pobre se desperece y, en la ventana del edificio, el nombre de una revista: Truth (Verdad). "El lugar donde tú no querrías que tu hijo viviera, creciera y aprendiera las realidades de la vida, no es apropiado para los hijos de los demás" (p. 191).

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