Profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, Taibo nos entrega regularmente fascículos en los que aborda los principales problemas que derivan del capitalismo.
Su última aportación es Colapso. Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo, y en el mismo, continúa con un punto y seguido de sus libros anteriores. La mayor parte de sus últimos libros, además de leerse con facilidad, pueden conectarse unos con otros como si fueran piezas de un mismo engranaje. Un mecanismo en el que encajan perfectamente sus múltiples anécdotas con lecturas clásicas y autores de renovadas ideas y de escasa difusión por estos lugares.
La historia del colapso del capitalismo, con sus partidarios y negacionistas está íntimamente ligada a dos factores fundamentales. Por un lado, el denominado cambio climático y, por otro, el agotamiento de las materias primas que han sido cruciales para mantener el sistema económico actual (fundamentalmente el petróleo). Junto a ellos, las migraciones, las guerras, las crisis y las explosiones demográficas son también elementos, en palabras de Taibo, que determinan que el colapso del sistema es probable. No son pocos los economistas que interpretan el sistema económico actual como insufrible, algunos leen rasgos que parecen ser comunes a los procesos de colapso conocidos en etapas anteriores. Es evidente que Carlos Taibo no habla de fecha ni de inmediatez, ya que muchos acudiríamos a él como oráculo para que nos alentara con sus predicciones, sino que habla de poner sobre la mesa un debate necesario sobre el sistema en el que convivimos y, también quizás, de recordar que son evidentes las muestras que determinan que ante nosotros los cambios se están acelerando y es necesario abordar los problemas desde una óptica global y a largo plazo.
En el texto también se habla de ecofascismo, categoría que recoge en parte la idea de Carl Amery en su texto Auschwitz, ¿comienza el siglo XXI?, según la cual las políticas aplicadas en una época determinada son retomadas por el centro de poder político y económico pero maquilladas para evitar entorpecer su desarrollo con la oposición de la población. En este sentido, parte de la política internacional se desarrolla bajo el amparo de proyectos históricos anteriores, que aunque fracasaron, se rescatan en momentos actuales como el control de materias primas, rutas comerciales o el acceso a grandes grupos de consumo.
El libro plantea la idea de colapso no como advenimiento sino como oportunidad de cambio. Desde una óptica claramente libertaria, Carlos Taibo nos habla de un proceso irreversible que afecta a las necesidades básicas, que se transformará en una nueva fragilidad del sistema. Ante esto, ¿podríamos sacar tajada del desorden genérico?, es el debate de fondo y del que no debemos huir. Podemos estudiar y analizar el aumento del precio de la gasolina, de las viviendas, del número de turistas,€ pero son bien pocos los estudios que reflexionan sobre la viabilidad de escenarios alternativos.
El profesor Taibo no es la primera vez que aborda la temática del colapso, aunque en este caso sí que lo aborda desde una óptica mucho más profunda si cabe, pues en buena medida en sus anteriores aportaciones lo hacía de la mano de la temática del decrecimiento. La necesidad del debate es proporcional quizás a la escasa aportación al mismo que ofrecen los medios de comunicación llamados de masas.
Algunos podrían considerar que estamos ante una visión apocalíptica o incluso sobredimensionada. Pese a ello, en nuestro día a día, este mismo verano, se ha visto cómo el debate de forma directa e indirecta ha tocado de arriba a abajo el modelo económico balear. Se ha valorado, debatido e incluso criticado el cortoplacismo del turismo a bajo precio como modelo económico local. Sean ustedes mismos los que juzguen o valoren los aportes del texto de Taibo y aplíquenlo a la ecuación lógica: de lo global a lo local y de lo local a lo global, seguramente sus conclusiones no difieran mucho. Posiblemente la responsabilidad es compartida.
CARLOS TAIBO
Colapso
CATARATA, 223 PÁGINAS, 14,50 €
