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Narrativa

Un corazón Wagner

La edad de la escritura es el tiempo que abren y cierran tres puertas: la adolescencia, la crisis de los cincuenta y la vejez que a los setenta te mira desde el espejo

La escritora y periodista Rosa Montero.

Tres vidas que conllevan una mochila que se va llenando de dudas, de deudas, de sombras, de culpas, de sueños, de cristales, de esperanzas urgentes y últimos deseos que pesan en la espalda. Lo sabemos todos cuando cruzamos la segunda frontera en la que definitivamente somos el escaso tiempo que nos queda. Y si alguien no lo tiene claro sólo tiene que meter los ojos dentro de La carne, la última novela de Rosa Montero y su forma de reflejar la realidad de nuestro tiempo mirándola a los ojos. Su naturalidad y su manera de reconocer la vida en la literatura es el estilo con el que la interroga a ambas, a la vida y a la literatura, claro, y también a ella. No olvidemos que además de ser una versátil narradora sobre la sentimentalidad y su envés, Rosa Montero es una periodista con maestría en el género de la entrevista.

La carne tiene una piel de suspense terso y tenso. No conviene despejar lo qué se esconde bajo ella. Hay que conformarse, mientras sus lectores no hagan suya la novela, con saber que se presenta como la historia de una venganza. Esa furia de un pensamiento contra el dolor de su herida que busca cicatrizarse a través de un gesto violento. Tal vez frío y elegante, pero que inevitablemente conlleva un desagravio íntimo. Este es el punto de partida de Soledad Alegre, una mujer con el peso del corazón en los sesenta, abandonada por Mario antes del estreno de una ópera de Wagner, el vínculo erótico de los amantes y enemigos en los que se han convertido ella y el hombre que vuelve con su mujer más joven. Soledad Alegre pasa de las lágrimas en la lluvia y escoge la sonrisa afilada de los celos. En su propósito contrata a Adam, un gigoló, su arma escénica para presentarse acompañada y con éxito erguido a la representación de Tristán e Isolda. No sabe Soledad Alegre, metáfora, tono, símbolo entre lo que uno desea y lo que de verdad sucede, que el amor es un niño ciego que juega a muerte con el corazón.

Tampoco que la salvación y la condena en ocasiones se encuentran en el mismo camino.

La trama sentimental del extranjero Adam con su orfandad afectiva y la de la alegre Soledad con tristeza de espejos en el cuerpo tiene puentes en común, abismos, fragilidades y deseos que los pondrán a prueba. Su historia se mueve entre la necesidad de ser queridos y otra trama del argumento que nos presenta el difícil momento que vive la protagonista en su trabajo en el mundo del arte, también funambulista por la crisis y más jungla que nunca. Un territorio en que menos segura del valor de su trayectoria como comisaria de exposiciones en la muestra para la Biblioteca Nacional, casi desplazada por una joven arquitecta que representa la actual voracidad competitiva y el arrobo socio profesional por la imagen tecnificada de anglicismos, bajo la que se esconden carencias. Es importante en la novela la manera en la que se reconoce en esa exposición, Arte y locura, sobre escritores malditos como Maupassant, Philip K. Dick, Anne Perry, Alejandra Pizarnik o María Lejárraga, símbolo de la invisibilidad de la mujer en el arte. Espejo en el que Soledad Alegre sentirá su propio miedo a quedarse fuera de la sociedad, de la mirada y el afecto de los otros, a la vez que se preguntará qué significa el éxito y el fracaso, por qué también la cultura disfraza las palabras para que un concepto sea políticamente correcto.

La carne es una novela con piel contra la derrota del tiempo, que interroga acerca del instante en el que una persona se extravía y ha de reencontrarse entre la felicidad, el deseo y el miedo a perder lo que ha conseguido y a no alcanzar aquello que supone la paz consigo misma. La vida real, narrada en un juego de thriller, erotismo y comedia dramática, donde lo importante es la vitalidad de la supervivencia, la credibilidad de la escritura. Dos hilos de seda dura que casi todo lo cicatrizan.

ROSA MONTERO

La carne

ALFAGUARA, 240 PÁGINAS, 18,90 €

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