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Narrativa

Philip Kerr: la solución está en el banquillo

La novedad editorial idónea para la Eurocopa de Fútbol que acaba de iniciarse: el creador de la serie de novela negra protagonizada por Bernie Gunther cambia de escenario pero no de estilo en su nueva saga protagonizada por Scott Manson, exjugador del Arsenal, entrenador y detective

Philip Kerr, en el banquillo del Barça en el Camp Nou. Scott Manson/TWITTER

La respuesta a la pregunta ¿Qué es más complicado, clasificar a un equipo para la fase final de la Liga de Campeones en campo contrario o resolver un caso de asesinato que se ha cometido durante la disputa de ese mismo partido? sólo la tiene un hombre: Philip Kerr (Edimburgo, Escocia, 1956). El escritor de novela negra se ha quitado momentáneamente los elegantes zapatos de cuero y el sombrero de ala ancha del investigador alemán Bernie Gunther, protagonista de la saga Berlin Noir y de otros seis títulos más, para calzarse las botas de tacos y saltar al campo con Scott Manson, exjugador del Arsenal -equipo del que es seguidor el novelista escocés-, comenzando una nueva serie sobre asesinatos, corrupción, intriga€ y mucho fútbol. La mano de Dios (RBA Libros, 2016) es la segunda de una saga por el momento de dos entregas.

Sin perder esa capacidad de trasladar al lector a un Berlín oscuro en la época nazi o al ambiente cargado de sombras y sospechas posterior a la II Guerra Mundial de su anterior serie de novelas, Kerr lo tiene algo más fácil en La mano de Dios, donde el escenario es una Atenas en plena crisis económica -aunque la saga mezcla realidad y ficción, podría ubicarse a comienzos de la temporada 2014/2015-, donde el London City, el equipo que dirige Scott Manson, se juega el pase a la fase de grupos de la Liga de Campeones ante el Olympiacos. El partido, marcado por la tragedia, concluye con derrota de los londinenses. Pero la tragedia no es esa, sino la muerte súbita durante la primera parte, de la estrella del equipo, el ruso Bekim Develi. Su muerte, unida al hallazgo del cuerpo de una joven prostituta en el puerto deportivo de El Pireo aparentemente asesinada, obligan al equipo a no poder abandonar Grecia hasta que se resuelva el asunto y a su entrenador a ponerse manos a la obra para hallar cuanto antes la solución a ambos misterios. Si ya el mundo del fútbol de alto nivel parece cubierto por un mano bastante generosa de corrupción y mercadería sólo con la lectura de la prensa deportiva, Philip Kerr aprovecha su novela para radiografiar un panorama generalizado de amiguismos, compra de favores, operaciones mercantiles y prostitución que tan alejadas están del olor a césped y sudor del rectángulo de juego. Y, en el caso de Grecia, la situación no es más alentadora. En un país salvajemente marcado por la crisis económica, en la que hasta médicos y jueces van a la huelga, con un sentimiento bastante extendido de que Europa en general y Alemania en particular es la verdadera culpable de su situación, Manson tendrá que vérselas y deseárselas para poder sacar a sus jugadores de una ciudad en la que, volviendo al fútbol, la rivalidad entre los rojos del Olympiacos y los verdes del Panathinaikos deja a la altura del betún cualquier derbi regional que pueda jugarse en nuestro país. Afortunadamente para él, no es la primera vez que Scott Manson se ve en una situación parecida a la de La mano de Dios.

La nueva serie de Philip Kerr comenzaba en enero del año pasado, con Mercado de invierno (RBA Libros, 2015). En el estreno de la nueva saga sobre fútbol y asesinatos, Scott Manson es aún segundo entrenador de un London City dirigido por un técnico portugués de reconocido éxito, maduro, carismático, polémico, con mucho carácter, casi casi como José Mourinho€ pero no es Mourinho. Joao Zarco, fuente de inspiración para Manson, aparece muerto en un trastero del estadio del City horas después de un trascendental partido ante el Newcastle y el dueño del club, el empresario ucraniano Viktor Sokolnikov, le hace un doble encargo a Scott Manson: dirigir al equipo hasta final de temporada y encontrar al responsable de la muerte del portugués por su cuenta, antes que la policía. Aquí es cuando nace la paradójica y malévola inspiración de la nueva serie de Kerr, que convierte a su protagonista, un exjugador del Arsenal de éxito moderado, con sangre alemana en las venas y piel morena, y expresidiario acusado de una violación que nunca cometió, en una especie de detective. Se puede intuir, y ya el propio Manson lo deja claro, que sus simpatías por los cuerpos de seguridad del país son prácticamente inexistentes.

Riñas rozando la violencia con jugadores de su propia plantilla; acaloradas discusiones y mensajes cruzados de Zarco con periodistas deportivos de la televisión y la prensa inglesa; amenazas de aficionados rivales; y unas polémicas declaraciones del portugués en relación a los dirigentes de la FIFA y la futura celebración del Mundial del 2022 en Catar son el marco de las sospechas con el cual tendrá que trabajar Manson en su primer caso como detective mientras pone en orden su vida sentimental y mantiene el equilibrio en todo un vestuario de la Premier League.

Mientras Philip Kerr se decide a prolongar su serie Bernie Gunther de novela negra, su incursión en el mundo del fútbol es una buena noticia para los amantes del género y el deporte, que se mezclan en estas dos primeras entregas.

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