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Nothomb: por un sorbito de champán

´Pétronille´ es la fábula burbujeante de una escritora empeñada en protagonizar singulares novelas: una historia de compañerismo a lo largo de quince años

Nothomb: por un sorbito de champán

Hasta que cayó en mis manos Pétronille, nunca había leído un libro de Amélie Nothomb. Tampoco repetiré la experiencia, llegué a pensar. Recelo de las estrellas de rock que se dedican a la literatura y hay lugares a donde sólo se viaja una vez en la vida. Pero, embargado por la curiosidad, me enganché de su lectura engañosamente banal y no contento con terminarla he rebuscado en la bibliografía de la autora por si había algo más que mereciera la pena.

Nothomb, para quienes no hayan oído hablar de ella, es una novelista belga nacida en Kobe (Japón), casi cincuentona, que acostumbra a vestir de negro y se cubre con sombreros enormes: hongos y chisteras indescriptibles. Ha recibido muchos premios y elogios de la crítica por rozar los límites de la ficción siendo ella misma la protagonista de los desvaríos de sus personajes principales. En su última novela publicada en español por Anagrama, encuentra una compañera ideal con el fin de explorar las sensaciones que proporciona la ebriedad. Para empezar elige como compañía el champán, una bebida que "no suscita metáforas groseras", "exalta el amor" y "confiere elegancia a la pérdida". La cogorza es grande -tengo que confesar que desconocía las propiedades alucinógenas del vino espumoso- y le hace sentirse maravillosamente estupenda, tan agradable para sí misma que cree que su compañía tiene que ser necesariamente buena para otra persona. Así que se ocupa de buscarla.

La historia, a simple vista, no tiene pies ni cabeza, pero sí importa el zumo que destila y consigue exprimir Nothomb. Por las páginas de Pétronille desfilan instantáneas de quince años de relación increíble pero encantadora de las dos compañeras unidas por el legendario vino francés. A veces saltan chispas, es algo que ocurre en las mejores amistades. Otras, el mundo flota como las propias burbujas en la copa, en el transcurso de veladas literarias en París, un fin de semana en Londres y hasta en una estación de esquí de los Alpes. Nothomb y Pétronille beben cantidades ingentes de champán, desde el brut Roederer del primer encuentro -"lo siento, no hay Cristal"- hasta el Joseph Perrier blanco cosecha de 2002 de la ruleta rusa del final. El libro supongo que habrá obtenido cifras interesantes de lectura en Reims.

Las dos champanófilas, de distinto estrato social y perfiles diferentes, filosofan y discuten sobre política y literatura. Sus corazones a menudo laten agitados por la sensación que transmiten. O por todo lo que repelen. El diálogo algo salvaje es en ocasiones caótico, pero de él se desprenden ocurrencias graciosas. Por ejemplo:

"-Vayamos al British Museum.

Dicho y hecho. Con el objetivo de no perdernos, nos dimos cita en Mesopotamia a las doce del mediodía. No todos los días tenemos la oportunidad de concertar una cita en un lugar semejante"

Probablemente lo que más sorprenda al lector, y no se trata de un resabio sexista, es observar cómo dos mujeres protagonizan de manera suelta y desinhibida el papel disolvente que le correspondería a Kingsley Amis o a cualquiera de los grandes varones borrachos de la historia de la literatura. Resulta refrescante comprobarlo.

Pétronille camina por las ramas hasta su conclusión sorprendente y estimulante. Es entonces cuando esta sátira estridente y feliz de la literatura de nuestro tiempo salta por los aires hasta el punto de concederle al amor ese halo de misterio y de peligro que impide a veces averiguar si en él, además de la pasión que arroja sobre los seres humanos, se halla también en juego la amistad.

Igual que el champán que idealiza en sus páginas, Pétronille es una pequeña novela burbujeante y chisposa. Demuestra cómo un trago puede beberse a sorbos. No resulta tan frívola como aparentaría en un principio, y deja una resaca piadosa. La podría recomendar para vencer ciertos recelos y, sin embargo, no me atrevo del todo. No les incito a que la busquen pero si cae, por una casualidad, en sus manos sepan que no pierden nada por leerla.

AMÉLIE NOTHOMB

Pétronille [español]

Traducción de Sergi Pàmies

ANAGRAMA, 158 PÁGINAS, 14,90 €

Pétronille [catalán]

Traducción de Ferran Ràfols Gesa

ANAGRAMA, 160 PÁGINAS, 14,90 €

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