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Ciencia

Carlo Rovelli: la costura del cosmos

El físico italiano muestra en ´La realidad no es lo que parece´ la indagación en la esencia del tiempo y el espacio: una visión de las teorías sobre gravedad cuántica

Carlo Rovelli: la costura del cosmos

¿Es posible preguntarse qué hubo antes del Big Bang aun cuando la idea de "antes" resulte difícil de expresar si se habla de una singularidad como la que dio lugar al espacio y el tiempo? Los físicos llevan tiempo haciéndose esa pregunta y han llegado a hipótesis sugerentes, como la que establece la existencia de un "Big Bounce" o "gran rebote" según el cual la expansión inicial de la que nació nuestro universo estuvo precedida de una fase de compresión del espacio-tiempo de un cosmos anterior. ¿Cómo se llega a conclusiones científicas, sustentadas con cálculos matemáticos, para cuestiones sobre las que en apariencia sólo cabe la especulación filosófica (o teológica, para algunos)?

La llave que abre esa puerta es la indagación sobre la realidad misma del espacio y el tiempo, y para ello es necesario despojarse de muchas de las concepciones cotidianas que parecen ser inherentes a nuestra reflexión sobre la realidad o nuestro pensamiento, pero que también tienen un importante sustento cultural. Cuando la Física se adentra en tamaños más pequeños aún que la escala de las partículas subatómicas desata algunos de los monstruos más inconcebibles, ante los que las paradojas de la mecánica cuántica resultan casi infantiles. Es el precio de indagar en las costuras del universo.

No abundan los libros de divulgación que se adentran en investigaciones tan abstractas y complejas como las que tratan de desarrollar una teoría sobre la gravedad cuántica. Ya resulta difícil para el profano afrontar los esfuerzos mentales que supone admitir la aparentemente ilógica concepción del mundo que conllevan la Mecánica Cuántica y la Relatividad General. No obstante, muchos de sus conceptos, a fuerza de repetidos en decenas y decenas de manuales destinados al público general, resultan conocidos para el lector aficionado a la ciencia para todos, aun cuando carezca del andamiaje en física y matemáticas que se requiere para llegar a un conocimiento profundo. Sin embargo, el grado de abstracción que requiere cuestionarse cuál es la verdadera realidad del espacio y el tiempo no resulta sencillo de alcanzar. Básicamente, porque se sostiene en edificios matemáticos que, aunque representan la realidad, no son fáciles de "visualizar".

Carlo Rovelli (Verona, 1956) intenta transmitir en La realidad no es lo que parece (Tusquets, 2015) una visión global de las teorías sobre gravedad cuántica, que son el intento de hacer confluir la descripción del microcosmos que supone la mecánica cuántica con la concepción global que representa la relatividad general. Rovelli es físico teórico y su nombre está ligado a la gravedad cuántica de bucles, que trata de describir la cuantización del espacio-tiempo basándose en propiedades de los grafos (nodos y vértices conectados que representan relaciones entre elementos). Su libro opta por una original manera de afrontar una cuestión tan densa y aparentemente árida para los lectores. Así, Rovelli salpica su relato de las teorías que conducen a la descripción íntima de la realidad estableciendo relaciones con las concepciones filosóficas del mundo que proponían los filósofos griegos, o señalando cómo la descripción que Dante hace de la última esfera del cielo en su Divina Comedia se asemeja, en lenguaje poético, a una hiperesfera, cuya descripción conceptual en nuestro mundo cotidiano de tres dimensiones sólo cabe desde un punto de vista matemático.

El empaste de la teoría cuántica y la relatividad continúa siendo uno de los principales retos de la Física de este siglo. Sólo con esa fusión entre los dos monstruos teóricos sería posible hablar de una posible teoría única para describir la realidad. En la consecución de ese objetivo compiten básicamente dos teorías: la gravedad cuántica y la más popular teoría de supercuerdas. Ninguna de las dos ha llegado a resultados concluyentes que puedan refutarse mediante experimentos que determinen la validez o invalidez de la teoría. No obstante la gravitación cuántica sí ha sido capaz de describir algunos fenómenos. Las supercuerdas tienen legión de físicos teóricos trabajando en la construcción de su edificio y, además, gozan de mucha más popularidad entre el público gracias a la numerosísima bibliografía de divulgación que han generado.

Mientras que las supercuerdas desatan a partes iguales pasión y rechazo entre la comunidad científica (existen entusiastas absolutos y detractores que la consideran un enredo matemático), la gravitación cuántica ha seguido un camino más discreto. Sus conclusiones establecen nuevos conceptos sobre la realidad intrínseca del espacio y el tiempo y conducen a dos afirmaciones cuanto menos sorprendentes que Rovelli sabe expresar de manera directa: la primera, que el espacio es granular y no constituye un continuo; la segunda que, directamente, el tiempo no existe.

Ya el premio Nobel Richard Feynman estableció que si hubiese que salvar un concepto científico en caso de catástrofe para después, sobre él, construir el conocimiento científico, esta idea debería ser la de que la materia está constituida por átomos. La humanidad tuvo que realizar un largo camino para recuperar el planteamiento que ya formuló el filósofo presocrático Demócrito de Abdera (S. IV y V antes de Cristo).

En La realidad no es lo que parece, Rovelli va más allá para establecer una relación entre la visión que ofrece la gravedad cuántica y el concepto de "ápeiron" que estableció Anaximandro de Mileto, la sustancia eterna e indeterminada que es origen de todo.

El "ápeiron" de Anaximandro es aquí algo tan exótico y atrayente como una "espuma de espín", una compleja disposición de nodos relacionados por espines (conexiones que adoptan valores semienteros) y que se comporta como una espuma que fluctúa dando lugar en su evolución al propio tiempo y constituyendo en esencia el espacio.

Ahora bien, ¿es esa la realidad? Rovelli cierra su libro con un claro e inteligente enunciado de lo que suponen la ciencia y sus descripciones del mundo. "No es que la ciencia sea fiable porque nos da respuestas ciertas, es fiable porque nos da las mejores respuestas que tenemos en este momento (...). Y la mejor garantía de que las respuestas que brinda son las mejores disponibles es precisamente su capacidad de aprender, de poner en cuestión el saber: cuando se encuentran respuestas mejores, estas respuestas mejores pasan a ser la ciencia".

Carlo Rovelli

La realidad no es lo que parece

Traducción de J. M. Salmerón Arjona

TUSQUETS, 260 PÁGINAS, 19 €

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