En 1980 Fernando Trueba estrenó su Ópera prima y a todos nos entraron unas ganas horrorosas de ser periodistas y escritores, de tener una novia que tocara el violín y viviera en una buhardilla y de sentarnos en una terraza de la plaza de Ópera, en el Madrid de la Movida, a tomarnos una caña y leer un suplemento del fin de semana. El Teatro Real estaba entonces cerrado y en sus locales funcionaban el Conservatorio y la Escuela de Arte Dramátíco. Parecía que Franco hubiera muerto hace mil años. Por eso, por su aroma de libertad, Ópera prima es la película que cierra el ciclo de la Universitat de les Illes Balears La Transició: 40 anys. El martes 1 a las seis de la tarde en el Teatre Municipal Catalina Valls (Passeig Mallorca 9, Palma), con entrada gratuita.
Siempre es un gusto viajar a Barcelona, con proceso o sin él, y más si uno tiene la ocasión de acercarse a la acogedora sala Flyhard, en el castizo barrio de Sants, donde los espectadores tenemos a los intérpretes a un respiro de distancia. Esta vez, para la pieza de Marc Artigau i Queralt Caixes, dirigida por Montse Rodríguez e interpretada por Rubén De Eguia, Meritxell Calvo, Santi Ricart y la mallorquina Aina Calvo. Sí, la cosa va de cajas, las de una mudanza de una pareja joven que se cambia de piso, A partir de ahí, una parábola inquietante y bien construida sobre el amor, la vida, las mujeres, la muerte y unas cuantas cuestiones más.
El CaixaForum, en los aledaños de la Plaça d´Espanya barcelonesa (de momento nadie ha propuesto que le cambien el nombre) se transforma en algo así como un pequeño Louvre, bajo su fachada de fábrica modernista, para albergar la maravillosa muestra Animales y faraones. Una fantástica pléyade de figuras zoomórficas de los más diversos tamaños, formatos, colores, desde imponentes ídolos hasta mínimos juguetes. La momia de un pequeño gato que su dueño quiso que le acompañara hasta más allá de la muerte posee algo de tierno y de mágico. La exposición puede visitarse hasta el próximo 10 de enero.
