Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Comunicación

Construcción personal y dictadura del algoritmo

Stefano Rodotà analiza cómo Internet socava algunos de nuestros derechos elementales

El escritor y parlamentario Stefano Rodotà.

Los derechos fundamentales no sólo afrontan nuevos desafíos como consecuencia de los extraordinarios avances científicos y tecnológicos del último medio siglo, sino que a su vez generan nuevos derechos, como el de acceder a Internet o el llamado derecho al olvido. Esto significa que nos hallamos ante un nuevo paradigma antropológico. Los principios de igualdad y dignidad humana, en efecto, han generado una antropología centrada en la autodeterminación de las personas y en la construcción de las identidades individuales y colectivas. ¿Qué es lo que amenaza a ese paradigma?

Explorando la relación actual entre los derechos y el incesante desarrollo científico-técnico, Stefano Rodotà, profesor de Derecho Civil, diputado en el parlamento italiano y en el de Estrasburgo y redactor de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, ha trasladado sus inquietudes al libro El derecho a tener derechos. Ochocientos años después de la Carta Magna inglesa de 1215 y de su habeas corpus, escribe Rodotà, no sólo ha vuelto la tortura, sino que el cuerpo, tanto físico como electrónico, está siendo instrumentalizado para el control de los individuos mediante políticas de seguridad pública o programas algorítmicos al servicio del mercado, que se presenta como una nueva e invencible ley natural. Hay que evitar, añade, que cada persona sea considerada como una especie de explotación a cielo abierto en la que a cualquiera le es dado recoger información y construir perfiles singulares, familiares, de grupo, que convierten a los seres humanos en objeto de poderes externos capaces de configurarlos de manera coherente con las necesidades de una sociedad vigilada, de la selección social o del cálculo económico.

En efecto, asistimos a la entrega de una creciente cantidad de datos personales a la potencia de elaboración autónoma de los ordenadores, que, a partir de programas estadísticos y actuariales, de modelos probabilistas, harán posible, no simples predicciones sobre los futuros comportamientos de las personas, sino verdaderas construcciones de identidad. Así, cada vez resulta menos verosímil una definición de la identidad como "yo soy lo que digo que soy", pues habría que sustituirla por la de "tú eres lo que Google dice que eres". En suma, la construcción personal queda atribuida por completo a los algoritmos.

La consecuencia de esta poderosa generación de perfiles crea una jaula aún más represora que la de los estatus del Antiguo Régimen. La autodeterminación individual deviene irrelevante frente a la identidad asignada a través de procedimientos automáticos. Estamos ante un vaciamiento de lo humano y un creciente gobierno estadístico de lo real.

Según Rodotà, es necesario sustraer al hombre de la dictadura del algoritmo, emblema de la sociedad de la despersonalización. Cuando el algoritmo se convierte en el fundamento mismo del poder ejercido por un sujeto, como en el caso de Google, y cuando todo lo que le rodea está sumido en el máximo secretismo, nos hallamos ante la nueva versión de los arcana imperii, que no sólo tutelan toda actividad, sino que se adueñan, directa o indirectamente, de la vida misma de las personas. Surge en la vida cotidiana el germen de nuevas discriminaciones y nace un ciudadano, ya no libre, sino "perfilado", prisionero de mecanismos que no sabe ni puede controlar.

¿Hace falta entonces un "Internet Bill of Rights"? Tal vez, pero el refuerzo institucional en esta moderna dimensión de las relaciones sociales no debe servir únicamente contra la invasión de la red por los Estados. Ha de proyectarse también contra los nuevos "señores de la información" que, mediante el ingente acopio de datos, gobiernan nuestras vidas. Frente a todo ello la palabra "privacidad" evoca una necesidad de intimidad, sí, pero también sintetiza las libertades que nos pertenecen irrenunciablemente en el contexto tecnológico actual.

STEFANO RODOTÁ

El derecho a tener derechos

Traducción de José Manuel Revuelta

TROTTA, 392 PÁGINAS, 26 €

Compartir el artículo

stats