Hoy se lamenta Rajoy
de que ya nadie recuerda
que hubo un día en que el PP
no era un partido de mierda;
que hasta la señora Aznar,
la ínclita Ana Botella,
ha resultado mejor
que la renaciente estrella
que en Madrid tanto brillaba
llamativa y refulgente
la mejor anticorrupta,
doña Cristina Cifuentes.
Y aquí el pobre Biel Company
haciéndole la pelota
al gran Mariano Rajoy,
que lo toma por idiota.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!