Aunque aumentan los viniticultores de fuera de las zonas vinícolas francesas de Borgoña y Champagne que se atreven a cultivar y elaborar vinos tintos con la variedad Pinot Noir, debido a los problemas que suele presentar, y adaptada al frío, en Mallorca no han faltado audaces que aceptaron este desafío con dicha uva, tan delicada como apreciada, ya que con ella se consiguen vinos magníficos, pero a costa de trabajar duro. Uno de estos bodegueros que aceptaron este reto en la isla, Toni Gelaber (Manacor), cuando la vendimia es adecuada, sigue con la Pinot Noir, ya en su añada 2015. Después de una selección de los granos pasó a la vinificación. Su crianza fue de alrededor de un año en barrica de roble francés, con reposo en botella. Ofrece un tono rubí medio. Mantiene una alta complejidad en nariz, con notas minerales, frutas rojas y varias especias, como recuerdos a bosque. Durante su paso por el paladar es elegante con taninos delicados.
