¿Qué tal, don Rodrigo?
Pues aquí, administrando mi condena.
¿Para cuando una entradita en la cárcel?
Pues no lo tenga usted tan claro. Lo pienso recurrir todo al Supremo, y con la pasta que tengo para pagar bufetes, las informaciones que me llegan, los chanchullos que conozco y las influencias que conservo no tenga usted tan claro, insisto, que eso pueda ocurrir.
¿Qué quiere usted decir?
Pues que es más probable que entre usted en la cárcel que verme entrar a mí, alma de cántaro.
Yo aún no tengo ninguna causa abierta en ningún tribunal...
Tiempo al tiempo.
Pero, hombre, eso parece injusto...
Así funciona. No me diga que no lo sabía...No, si algo empezaba a sospechar viendo que Matas, con todo lo que tiene encima, no entra en la cárcel ni devuelve un duro...
Y le voy a decir algo. Yo juego la Champions; Matas (¿Matas dice usted que se llama?) comparado conmigo es segunda regional en puestos de descenso.
Pues fue ministro al mismo tiempo que usted...
Perdóneme. Yo era vicepresidente, y el señor ese —¿Matas, dice usted?— tenía un ministerio de segunda regional en puestos de descenso. No me haga reír...
Su comparecencia del otro día fue sonada.
Y más sonada que podía haber sido. Acabaré querellándome con todos...
¿Con todos?
Con todos los que se metan conmigo. Yo soy Rodrigo Rato. Un respeto. Nadie me da lecciones a mí.
Bueno, a fin de cuentas, usted sólo es un primate...
Vaya usted con mucho cuidado...
Primate superior, pero primate.
Sé dónde vive y dónde trabaja. A ver si es usted capaz de repetir lo que me ha dicho. No, ¿verdad? Ya me lo imaginaba.
Es usted bastante chulo.
Aristócrata y del barrio de Salamanca de Madrid. Usted no puede entender lo que es eso. No llega.
Ha puesto usted verde al ministro Luis de Guindos, que siempre fue su protegido.
Confiar en seres menores es, quizá, el único defecto que se me puede atribuir. El único.
¿Y lo que se gastaba usted con la tarjetita black esa?
Yo a eso no le llamaría defecto. Es usted un envidioso, y le entiendo, tratándose de mí.
¿Su próximo objetivo?
Seguir tan forrado como corresponde a mi rango y valía profesional, familiar, personal y genética.
