El restaurante La Greppia, situado en frente del Palacio Real de Marivent, cuenta con una gran superficie de 190 m² distribuida en 3 espacios separados pero conectados al mismo tiempo,entre los que encontramos la zona del bar, la sala principal y una majestuosa terraza cubierta, de 40 m², que ofrece un agradable ambiente para degustar las especialidades culinarias del restaurante.
El sentido de la reforma y su diseño, proyectadas por el estudio Xisco Gayà Interiors, ha sido la creación de 3 espacios independientes pero, a la vez, fusionados entre ellos, ya que además de las grandes aperturas existentes entre ellos, la utilización de materiales que ocupan más de un espacio o el mismo concepto de mobiliario ayudan a crear una misma atmósfera pero separadas físicamente.
Los materiales empleados para la reforma provienen de la tierra, materiales mediterráneos como son la cuerda, la madera, el cemento, la roca natural, entre otros, que combinados con los colores turquesa, grises y de tonos claros, ofrecen un entorno mediterráneo y elegante, en concordancia con el tipo de comida que se prepara. Al entrar por la acristalada puerta, nos recibe un hall con una pared de piedra natural, junto a una escalera donde se aprecia el uso de madera en diferentes tonos y texturas. Se trata de un material con mucha presencia en la decoración y mobiliario del restaurante, ya que aporta gran calidez y calidad al espacio. Además, debido a sus propiedades, ayuda a regular la sonoridad del local.
La sala principal destaca por su estilo moderno pero a la vez sobrio, con elementos decorativos como troncos de árboles tallados y un gran espejo, que contribuye a aumentar la luminosidad del interior al reflejar la luz solar, pero sin llegar a sobrecargar el ambiente. La luz juega un papel muy importante, ya que al ser de tonos cálidos, tanto en iluminación directa como de manera independiente, mediante unas bonitas lámparas colocadas encima de cada mesa. Una gran combinación sencilla y relajante que ofrece un lugar cómodo donde poder deleitarse el paladar.
Y al caer la noche, gracias al sistema de iluminación y la música, encontramos la zona de bar, compuesta por una bonita barra, mesas y taburetes de cuero, donde de nuevo los colores claros y neutros cobran protagonismo, espacio que se convierte en un lugar ideal para tomar una copa y pasar una agradable noche.
