—¿Qué tal, don Carles?
—Llámeme Charles.
—¿Charles?
—Charles Sommet de la Montagne.
—Parece el nombre de un escritor.
—¿Verdad? De un escritor de esos que luchan por las libertades y son tan románticos. Un perseguido.
—Pues le están persiguiendo fatal porque saben donde está y no van a por usted.
—No se fíe. Las fuerzas represivas del Estado asesino español son crueles y sin alma.
—¿Qué cree que le pasaría si usted hubiera hecho lo mismo en países como Estados Unidos o sus, al parecer, amigos de Rusia?
—Nada, por supuesto. Trump y Putin siempre se han distinguido por su actitud dialogante y por su defensa de las minorías.
—Una cosa, ¿este plan de usted estaba diseñado así desde el primer momento, no?
—Com fem caure espigues d’or…quan convé seguem cadenes…
—A ver don Charles, que la gente está un poco liada, siguiendo con el himno, ¿ahora qué es lo que conviene?
—Tomar mejillones. Estos belgas te los sirven tan limpios que da pena comérselos. No como los sucios mejillones españoles, llenos de lapas y de algas.
—¿Cuándo va a volver a España?
—Si vuelvo, lo haré cuando los jueces belgas me lo digan. Afortunadamente son muy lentos. Son entrañables estos belgas. Por eso vine aquí. ¿Sabe lo que le dicen a los niños cuando son malos en vez de que viene el coco?
—Pues no, la verdad.
—Les dicen ¡que viene el Duque de Alba! Y los niños se asustan. ¡Eso es adoctrinar y no lo nuestro!
—¿Cómo es eso de que sintió la llamada del independentismo cuando volvió Tarradellas?
—Así fue. Una llamada intensa. Como una aparición.
—Y mientras vivía Franco no tuvo el valor de mover un solo dedo, ¿no?
—Es que como el catalán estaba prohibido, no sabías a quién dirigirte, y no se sentían llamadas.
—Una cosa que aquí preocupa, ¿cuando Cataluña sea independiente reclamará Balears?
—Claro. Con el acento tan gracioso que tienen ustedes.
—¿Y eso qué tiene que ver?
—Pues que alguien tendrá que cuidarles, alma de cántaro.
—La Unión Europea no parece apoyarle demasiado…
—Eso cambiará. Y lograremos expulsar a España de la Unión Europea. Por represivos, violentos y sanguinarios.
—¿Disfruta con el rollo este de víctima perseguida?
—Como un enano.
