Fueron los romanos, introductores de la viña en Francia y otros puntos de su imperio, incluido Hispania, quienes la consideraron una variedad de uva que se podía aclimatar a muchos climas, especialmente en la zona del Mediterráneo, aunque fue sobre el siglo XVIII cuando comenzó a ganar fama, convirtiéndose en la reina de la uva de Burdeos. Después de una serie de experimentaciones en Mallorca, de la mano de Raimón Alabern, con el concurso de bodegueros de la tierra, fue acertada rápidamente, especialmente para elaborar tintos con otros tipos de uva, especialmente isleñas. La bodega Jaume de Puntiró (Santa María), de la familia Calafat, la eligió para combinar con la Manto Negro para crear su Buc, fijándonos en su añada 2012. Se elaboró con uvas de viñas viejas, teniendo un año de crianza en barricas USA, con un reposo en botella de doce meses. Muestra un tono grana de media capa. Se destaca por sus aromas de especiados, sotobosque y fruta roja. En boca tiene elegancia, algo goloso y largo final.
