La zona vinícola de Binissalem, tras la Filoxera, apostó principalmente por el Manto Negro, variedad autóctona. Después de ver que diversas variedades foráneas especialmente francesas se adaptaban bien a las viñas isleñas, comenzaron a elaborarse vinos con variedades autóctonas y las recién llegadas. Actualmente, aquellas viñas plantadas con variedades galas ya son venerables. Circunstancias que hace unos años aprovechó la pionera bodega José Luis Ferrer, con cuarta generación, para elaborar su Véritas Vinyes Velles, ya en su añada 2015. No hace mucho en esta bodega se inauguró una instalación solo para sus Veritas. En este 2015 dominan las uvas Manto Negro, Cabernet Sauvignon, Syrah y Callet. Tras su vinificación en barricas y depósitos de acero, tuvo una crianza de un año en maderas francesas y americanas. Se le detecta un tono guinda oscura. Desprende aromas tostados, frutas del bosque y especias. Es afrutado e intenso en boca, con largo final.
