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El resurgimiento

Extrema derecha y neofascismo en Mallorca

La galaxia de la extrema derecha mallorquina vuelve a agitarse a cuenta del proceso independentista en Cataluña. Había permanecido aletargada desde los años 80

La crisis de Cataluña ha provocado manifestaciones de los que defienden la unidad de España en las que la extrema derecha ha sido protagonista. MANU MIELNIEZUK

Solicita que no se le identifique para evitarse problemas de índole laboral. La editorial de Lleonard Muntaner le ha solicitado un libro sobre el mundo de la ultraderecha mallorquina. Su título: Extrema derecha y neofascismo en Mallorca desde la Transición (Historia de un fracaso). Se define como “fascista mussoliniano”. Conoce detalladamente el mundo de esa galaxia política. Situado al margen de cualquier corriente concreta, habla extensamente de las reales posibilidades que tiene la extrema derecha, que estima inconcretas, de constituirse como partido político en condiciones de erosionar la cosecha de votos del PP, aunque reconoce que lo que sucede en Cataluña concede una oportunidad ante el renacimiento de un nuevo nacionalismo español. De entrada, establece una diferenciación entre extrema derecha y neofascismo, puesto que, afirma, la primera tiene un sesgo claramente prosionista, también en Mallorca, lo que se constata leyendo los postulados de VOX, uno de los partidos que se ubican en ese espacio ideológico, mientras que el neofascismo siempre ha mantenido posiciones abiertamente adversas al sionismo judío.

La extrema derecha tuvo en Mallorca una actividad, que puede ser calificada de notable, en el período final de la dictadura franquista y los años de la Transición. Existían diversas organizaciones claramente ancladas en la extrema derecha. La mejor estructurada fue Fuerza Nueva, liderada por el notario Blas Piñar, que en la legislatura de 1979-1982, fue diputado en las Cortes Generales. En Mallorca llegó a contar con unos 400 afiliados disolviéndose en los inicios de la década de los 80. Era un partido nacional-católico, que reivindicaba la dictadura, la figura del general Franco. Los dirigentes mallorquines del partido fueron primero el coronel Mateo Oliver y después Enrique Yarza, quien, tras desplazar a Oliver, se hizo con el control del partido hasta su disolución. Fuerza Nueva protagonizó diversos actos siendo uno de los más destacados el celebrado, envísperas de las elecciones generales de 1979, en el Pueblo Español, al que acudió Blas Piñar, donde afloró toda la vieja panoplia del fascismo español, con las camisas azules de la Falange, y los himnos acuñados durante la dictadura.

El mayor éxito político de Fuerza Nueva fue cosechado en el mundo sindical, al crear Fuerza Nacional del Trabajo, al frente de cual estaba un taxista llamado José Patiño Vázquez, antiguo lugarteniente de la Guardia de Franco. Este sindicato fue el impulsor de la empresa Fono Taxi, que llegó a contar con 400 taxistas adheridos.

Camarada Bonet

Otro partido que en aquellos años tuvo una cierta resonancia, aunque apenas cosechó unos cientos de votos en las elecciones, fue Falange Española de las Jons, liderada por Juan Bonet Colomar, más conocido como camarada Bonet. Provenía de la Guardia de Franco, el sector más elitista de la añeja Falange. Bonet, que, según el autor del libro en ciernes, actualmente vota a Ciudadanos, posee un completo archivo fotográfico en el que aparecen con uniforme falangista y haciendo el saludo fascista políticos todavía hoy en activo y otros que han dejado de serlo recientemente, además de algunos que deempeñaron cargos institucionales. A Bonet le han ofrecido varias veces adquirirle el archivo pagando generosamente, pero siempre se ha negado a desprenderse de él. Uno de los que intentó hacerse con el valioso material ha sido, cuenta nuestro interlocutor, el abogado Ramón Pita da Veiga, nieto del ministro de Marina y almirante del mismo nombre en el Gobierno de Carrerero Blanco, quien dimitió en protesta por la legalización del Partido Comunista. El archivo de Juan Bonet es codiciado por quienes de ninguna manera quieren que salga a la luz. Por lo que se sabe, dejaría en incómoda evidencia a quienes han tratado de camuflar su pasado político. La Falange promovió algunas manifestaciones, en especial la que se celebró en defensa del monolito de Sa Feixina, cuando décadas atras se hablaba de demolerlo. Entonces no se tomó ninguna iniciativa concreta, al contrario que ahora, en la que ha sido un juez de lo contencioso administrativo el que ha paralizado el proyecto de Cort para derribar el monumento franquista.

Otro grupo falangista fue la llamada Falange Independiente, en la que destacaba Antonio Enseñat, quien posteriormente recaló en el PP llegando a ser asesor del alcalde Mateo Isern, cargo del que fue destituido a los pocos meses de haberlo ocupado. Paralelamente funcionaban los denominados Círculos José Antonio (el nombre del fundador de la Falange en la década de los 30 del pasado siglo). Esos grupos falangistas compartían local, en el número 5 de la calle Soledad, junto a Delegación del Gobierno.

Otros grupos ultraderechistas fueron Democracia Nacional, dirigida por el abogado Matas Bibiloni, y CEDADE, de nítida ideología nazi, organizada por el técnico de empresas turísticas Santiago Bernal Garcías. La última de las organizaciones de la extrema derecha existe en España, aunque en Mallorca carece de representantes conocidos. Se trata de la Fundación Francisco Franco.

A partir de aquí, el estudioso se adentra en identificar a quienes integraron aquellas organizaciones. Cita a algunos ubicados hoy en partidos de izquierda. En concreto al militante del PSM y concejal del Ayuntamiento de Palma Jesús Jurado, que perteneció a la Guardia de Franco, para pasar con posterioridad al GOB y al catedrático de Derecho Constitucional de la UIB y vocal del Consejo Consultivo de la Comunidad Autónoma Oliver Araujo, de quien dice que pasó de la OJE (la organización juvenil de la Falange) a los Círculos José Antonio recalcando que siempre fue antifranquista.

Caso llamativo

Otro caso llamativo es el del expresidente de la Comunidad Autónoma, Cristòfol Soler, actual dirigente de la Asamblea Soberanista, organización independentista que respalda la secesión de Cataluña. Soler fue guía de la OJE, uno de los cargos más elevados que podía alcanzarse en la organización falangista, y jefe local del partido en Inca. En 1974, un año antes de la muerte del general Franco, fue el encargado de pronunciar un discurso patriótico cuando atracó en Palma la fragata Baleares. Al llegar la Transición se afilió al partido democristiano de Oscar Alzaga para pasar después al PP, lo que le posibilitó ser conseller de Hacienda, presidente del Parlament y de la Comunidad Autónoma. El recorrido inverso al de Joan Font Rosselló, con el que Soler se vio las caras en la manifestación unionista de Palma, que de independentista ha pasado a engrosar la filas del unionismo más derechista y radical. También fue un destacado falangista quien con posterioridad encabezó la candidatura de UCD a la alcaldía de Palma, Jerónimo Saiz, que acabó fondeando en el PP de Gabriel Cañellas (después de recalar en la asociación neofalangista Reforma Social Española) siendo conseller de Ordenación del Territorio en uno de sus ejecutivos.

El ahora líder soberanista Tòfol Soler (en el círculo) era miembro activo de la OJE y sus falanges juveniles. R

El especialista sobre la extrema derecha y el neofascismo en Mallorca comenta que entre la muerte del general Franco y los primeros años 80 se desencadena en la Isla una “movida política” importante en el universo de la ultraderecha para paulatinamente desaparecer casi por completo. Son los tiempos en los que emerge el Centro Cultural Mallorquín de Jaime Martorell, el embrión del anticatalanismo rampante actual y las Juntas Españolas promovidas por el fenecido diario golpista El Alcázar, que en Mallorca están organizadas en torno a un oficial de la Armada retirado, Ramón Cuervo Pita da Veiga, pariente del antes citado, que trata de organizar un movimiento claramente ultra con escaso éxito. De las Juntas Españolas nacerá la llamada Democracia Nacional, que en la Isla no tiene representación.

Cuál es hoy la situación de la extrema derecha, puesto que el especialista descarta tajantemente que exista alguna organización que pueda ser definida de fascista. Precisa que en las dos últimas décadas no ha habido “absolutamente nada, dado que se ha cumplido al pie de la letra el axioma enunciado por Manuel Fraga: nadie a nuestra derecha”. Pero ahora las cosas empiezan a ofrecer algunos síntomas de un posible e incipiente cambio.

Ultracatólicos

Lo que está emergiendo son organizaciones ultracatólicas o nacional católicas situadas nítidamente a la derecha del PP. Entre ellas destaca Hazte Oír, que lidera un activista procedente del sindicalismo de izquierdas, Antonio Enseñat (nada que ver con el antes citado) y el partido político que preside Santiago Abascal, VOX, auspiciado por Intereconomía. Con ese partido vincula a Montse Amat, mujer del líder del Círculo Balear Jorge Campos. Al frente de VOX, que cuenta en Mallorca con unos 200 afiliados, está David Gil, quien trabaja, en Andorra, de director de protocolo y organización de eventos. Sobre Jorge Campos matiza que nunca ha militado en partidos de extrema derecha, enfatizando que su eje de actuación está conformado, en el caso del Círculo Balear, por el anticatalanismo, al igual que la Fundación Jaime III, de la que Joan Font Rosselló es uno de sus dirigentes más significados. Parece que el anticatalanismo, y más ahora, es el eje en torno el que pivota la nueva extrema derecha. Sobre los integrantes de la Fundación Jaime III señala que se trata de gente que “ha salido rebotada del PP”. Hazte Oir, VOX, Círculo Balear, Fundación Jaime III constituyen, en esencia, los materiales de los que podría surgir un partido claramente de extrema derecha con capacidad de disputar al PP los votos ubicados en ese espectro ideológico. Que lo vayan a conseguir o no dependerá de factores y circunstancias que todavía hoy no pueden ser previstos.

Quien ha facilitado la información expuesta afirma que lo que ahora puede decirse es que “en Mallorca ha habido y hay algunos fascistas, pero que no hay fascismo reconocible”, al tiempo que se pregunta cómo ha sido posible que no haya cuajado un grupo parlamentario de extrema derecha. Reitera la transcrita afirmación de Manuel Fraga, el padre fundador del PP, antes denominada Alianza Popular (AP), hasta que Aznar le cambio el nombre, añadiendo que todavía ser tildado de “facha” es causa de “execración social”, lo que ha operado negativamente para el nacimiento un partido de extrema derecha, que se ha visto obligada a hallar acomodo en el PP.

Recuerda lo dicho, cuando veraneaba en Mallorca, concretamente en Cala Ratjada, por el fundador del Frente Nacional francés, Jean Marie Le Pen: “nunca habrá un partido de derecha nacional en España, porque está el PP”. Le Pen mantuvo, aquellos veranos de los 90, reuniones, en cenas discretas, con gente del PP. Aclara que tendrá que ser a rebufo de lo que acontezca en España el surgimiento de un partido de extrema derecha. Lo que sucede en Cataluña puede ser “la ventana” que estaban esperando. Tal vez VOX sea el catalizador, aunque viene lastrado, matiza, por su ultracatolicismo. Apunta que Ciudadanos está desplazándose hacia la derecha radical, aunque lo considera un apéndice del PP. Concluye diciendo que si VOX deja el “exceso de confesionalismo católico” puede ser la alternativa de extrema derecha, no fascista, y “robarle” los votos suficientes al PP para pasar a ser un partido parlamentario.

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