Con un diseño mediterráneo e integrada perfectamente en su entorno, la construcción del estudio de arquitectura Munarq tiene como objetivo principal respetar al medio ambiente sin olvidar el confort y el bienestar.
Hace cuatro semanas, les hablábamos de la bodega Son Juliana, situada en las afueras de Santa Eugènia y seleccionada a los Premios de Arquitectura de Mallorca 2014-2016. Hoy les presentamos una obra también diseñada por el estudio Munarq, pero en esta ocasión se trata de una vivienda residencial que destaca por su gran sostenibilidad ambiental.
La espectacular residencia, situada en la urbanización de sa Cabaneta, se puede considerar toda una joya arquitectónica. Es un claro ejemplo de casa ecológica, con bajo impacto de CO2; está diseñada de tal forma que se integra perfectamente en su entorno y, además, presenta un tipo de arquitectura típica mediterránea que la convierte en un lugar cálido, relajante y confortable.
Los arquitectos mallorquines Pau y Rafael Munar han llevado a cabo un proyecto que responde a unas necesidades muy claras marcadas por los clientes: adaptación, confort y estabilidad ecológica. Por ello, afirman haber conseguido una "reducción del impacto acústico de la autopista de Inca en la fachada norte del edificio" con la construcción de un muro sin aperturas que asegura un aislamiento del sonido. Los muros, además del mencionado, "son de bloque cerámico mallorquín con aislamientos de corcho negro natural" y recuerdan al muro de piedra seca típico de nuestra tierra. Así, con la combinación de este material arquitectónico, "se consigue la transpiración de la casa y se evitan condensaciones".
Por otro lado, los arquitectos destacan que han utilizado materiales naturales para conseguir una construcción ecológica, como las grandes vigas de madera robusta, la cerámica mallorquina, o bien el sistema de depurado de la piscina, que es de "oxígeno activo". La creación de patios interiores para garantizar la privacidad de los residentes y la decoración arquitectónica mallorquina típica, "como el uso de cubiertas inclinadas, aperturas pequeñas y porches para refugiarse del sol en verano y para ayudar a la climatización interior", son otros detalles de esta obra que transmite confort y bienestar.
Pau y Rafael Munar afirman haber apostado por este tipo de materia natural "para aportar, desde la construcción nuestro granito de arena para reducir el cambio climático y apostar por un estilo de vida saludable".
