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Brindis Vida Social

Los recuerdos que nunca serán

Arrancan las vacaciones en mallorca de la familia real - Las ausencias más destacadas en marivent - El lunes los reyes posarán con sus hijas en el palacio - Eva longoria deja huella en la isla - Cabaret canallesco en son fusteret - Y más

El viernes por la noche un mensaje sonó en el móvil. Hablaba sobre el estilismo que lució el presidente del Parlament en su audiencia con Felipe VI. ¿Se acuerdan de cuando hace un par de años no se podía ir a los sitios serios sin corbata? Resulta que Balti Picornell se presentó en La Almudaina (en el palacio, no en el suplemento que están leyendo) con zapatillas negras, a conjunto con camiseta y pantalones. Y americana beig. El escándalo llegó con el calzado. Picornell lucía en los pies unas zapatillas de las de toda la vida (converses, victorias, esas, ya saben, las bajas o las de tipo botín). La conversación guasapera concluyó sin consenso: por un lado se decía que así nos va y por el otro que la gente no debía disfrazarse. El profundo debate nocturno terminó con besos, menos mal...

En realidad lo importante es la coherencia, la línea que cada persona sigue a lo largo de su vida. Para hacer repaso o recordar lo que es uno mismo lo mejor es ir a casa de los padres y rebuscar cajas de madera los álbumes de plástico pegados como mazacotes con las fotos de siempre, las que hasta hace unos años se imprimían. En cada hogar había un lugar donde dormía el pasado, en los instantes fijos y callados que transmitían sentires a través de expresiones y gestos. Nunca ha sido necesario que una persona exprese de forma explícita que está triste si sus ojos tienen frío. Es así de crudo. Y al revés sucede igual. Una fotografía puede delatar el estado de ánimo más íntimo de una persona. Y en el fondo una imagen solo es una de las veinticuatro partes en las que se dividen los segundos. Por aclarar: en una hora hay 60 minutos. En un minuto hay 60 segundos. Y en un segundo hay 24 fotogramas (o frames, pronunciado freims). Para no liar más la cosa y a modo de resumen: una inocente imagen puede fastidiar años y años de trabajo. El ejemplo se observa en la familia real española. Hace años cuando se escribía familia real las iniciales iban en mayúscula. Desde que Felipe VI llegó al trono supo que tendría que hacer esfuerzos titánicos en dos campos, ambos relativos a la familia...y al trabajo, que en su caso es la misma cosa. Cuando el índice de popularidad de la monarquía estaba por los suelos al marido de Letizia no le quedó otra para salvar la cosa que rastrear y eliminar cualquier señal que pudiera ser malinterpretada. Y para eso tuvo que romper con el pasado.

Cuando alguien de cierta relevancia se ve comprometido, en este caso con fotos o vídeos, lo único que puede hacer para intentar arreglarlo es actuar rápido. Estos días el ejemplo ha sido Mariano Rajoy. El presidente del gobierno declaró el miércoles como testigo en la primera parte del juicio Gürtel. Hombre que se deja ver poco tirando a nada, para arreglar el entuerto apañó un par de apariciones públicas y su equipo sacó pecho con los últimos datos del empleo. Porque todos saben que lo último que se ve es lo que queda. Y al Rey le pasó algo parecido. Tuvo que anular su relación con la infanta Cristina y familia y en Zarzuela se decidió que lo mejor era potenciar la imagen familiar: los reyes y sus hijas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía. Los reyes eméritos se unen a las celebraciones estrictamente familiares. Esa es la razón por la que los urdangarines jamás volverán a aparecer en una foto con la heredera Leonor. Porque lo que no se recuerda desaparece, deja de existir. Muere. Como las abuelas hacen con los nietos lo que ellas quieren (y no hay más) la reina madre mantiene el vínculo de los nietos en Mallorca, en el recién cerrado palacio de Marivent. No excluye a los hijos de Iñaki Urdangarin, que estiran su infancia veraniega junto a los retoños de la infanta Elena. Parece que siempre serán niños, pero el primogénito del vasco y la ex duquesa de Palma, Juan, es mayor de edad, como Felipe J. Froilán. De la heredera y su hermana ni rastro, aunque coincidan en el césped de la casa de verano.

El mordisco de Eva

La que se toma todas las licencias sin molestarse en justificarlas es la actriz Eva Longoria. Llegó a la isla, procedente de Marbella y previo paso por Ibiza, para asistir a un acto benéfico. La mujer que dio vida a Gabrielle Solís en Mujeres Desesperadas es igual de caprichosa que su personaje, por lo menos en lo que se refiere a la gestión de los tiempos. El sábado hizo una semana de su primer evento en Mallorca para recaudar fondos para la Global Gift Foundation. La señora, acompañada por su inseparable María Bravo, tuvo un pequeño retraso. Porque a la hora que estaba citada con prensa y patrocinadores a Eva le entró hambre y tuvo que irse a cenar (las estrellas llevan a rajatabla lo de las cinco comidas). Solo tardó tres horas en aparecer en el lugar en el que le esperaban. Habían puesto una alfombra roja y en las escaleras de entrada al Casino de Mallorca había dos chicas con pesados trajes de plumas y tacones para dar la bienvenida a la tejana. Aguantaron estoicamente y con buena cara los 10.800 segundos de tardanza.

La actriz bajó de un coche, limpio como la patena, de la mano de José Bastón, su marido. El mejicano es presidente de Televisión y Contenidos de Televisa. Posó sin él al inicio de la alfombra roja y se escurrió por las escaleras para entrar a lo que había venido: participar en varios juegos del casino. Porque su presencia garantizaba una recaudación potente. Jugó varias manos y cincuenta y tres minutos después, 53, se largó a la francesa, sin despedirse, cuando todos pensaban que iba al servicio. María Bravo, fundadora de la Global Gift, se enteró de la jugada de su colega y abandonó rápidamente el lugar. También estaban anunciados como reclamos Lorena Bernal (fue Miss España y ahora es actriz) y Amaury Velasco. El actor de Prison Break derrochó simpatía, educación y buen rollo. Fue el último en irse y se despidió de cada persona a la que había saludado. Posó en todas las autofotos que le pidieron y no se le olvidó sonreir ni un segundo. Un tipo que sabe estar, que conoce lo que significa la palabra representación. Velasco, un cumplidor.

Serlo y parecerlo

Lo de la mujer del César y todo eso...

Al día siguiente Longoria intentó arreglar el roto como pudo. Tenía que estar sobre las ocho de la tarde en un cóctel en el hotel Valparaíso, donde estaba alojada. Esta vez no tardó tanto y en una hora y veinte minutos estaba lista para hacerse las fotos con toda la gente que había puesto recursos para que ella viajase a Mallorca. Apareció en el césped del brazo de Max Bellan, director comercial del hotel. Su actitud era otra, muy diferente a la de la noche anterior. Otra cara, otra expresión. Una mirada distinta y ni un solo bostezo. Esta vez todos pudieron hacer las fotos como toca en estos casos. El equipo de cocina del hotel, liderado por Carlos Botella, se curró un señor picoteo. Era domingo por la noche pero parecía jueves o viernes. La iluminación y la música estaban en los niveles adecuados, cosa complicada porque si la música suena muy fuerte no s epuede hablar y si está demasiado baja el sopor hace estragos. Lo del término medio siempre es lo más complicado. Eva y María comieron. Y a la media hora se piraron porque tenían mesa reservada para cenar y no podían llegar tarde.

La apuesta de Alicia Polo

Conocen de sobra a la editora de la revista Lux Golf Guide, Alicia Polo, colaboradora y amiga de esta casa. Después de trabajárselo a pico y pala durante meses consiguió que la desesperante Eva Longoria viajase a Palma. Alicia se ganó la confianza de María Bravo, que es la que corta el bacalao y decide dónde ir y dónde no. El esfuerzo que hizo para traer a un personaje así (reuniones, papeleos a rabiar, llamadas, etc) lo saben todos los que están cerca de ella. Y los que no lo están tanto también. Diario de Mallorca ha charlado con ella de la importancia que suponía traer a los longorios a la isla y del apoyo de todos los partners que colaboraron.

¿Cómo conseguiste traer a la isla a la Global Gift Foundation?

Lux es media partner y embajadora de Luxury Spain en Mallorca y esta última colabora en todas las galas de Global Gift Foundation. Ellos consideraron que yo era la persona adecuada para hacer la gala en Mallorca. Automáticamente pensé en mis clientes de Lux, como siempre, y me pareció interesante.

¿Repetirás?

El acuerdo lo firmamos para tres años porque en lo sucesivo aprovecharemos para hacer más acciones. Queremos organizar el Torneo de LUX Golf, así que lo haremos coincidir con la gala y contaremos con la presencia de gente interesante que sea amante del golf, como nosotros.

¿Cómo le explicas a alguien alejado de este mundillo la importancia de una cosa así?

Es muy sencillo. En el aspecto mediático son personas que generan muchísima expectación. Tenemos mucha información a nivel local, nacional e internacional que ya os iremos contando a partir de la semana que viene, cuando hagamos público todo. Mallorca desde el 16 hasta el 26 de Julio ha estado en boca de todos gracias a Eva Longoria.

¿Cuánto dinero se recaudó?

Por política interna hasta que el dinero no esté en la cuenta no se darán a conocer las cifras. La organización anunciará cuánto levantaron las iniciativas una vez terminada la recaudación total Y además detallará a qué proyecto irán destinados los fondos.

Todo se pasa muy rápido pero ¿cuánto tiempo has estado dedicada a los preparativos?

Entre unas cosas y otras hemos estado negociando esto durante cuatro meses, desde la gala que se celebró en Madrid en el mes de abril. No solo son los dos eventos que se han visto: la fiesta en el Casino de Mallorca y el cóctel en Valparaíso Hotel. También ha habido muchas salidas y muchas firmas involucradas. Lexus, Gran Folies, Port Adriano...

¿Qué es exactamente la Global Gift Foundation?

Es una organización filantrópica sin ánimo de lucro cuyo objetivo es crear un impacto positivo en la vida de niños, mujeres y familias que se encuentren en situación de necesidad. Ayudan a cubrir las necesidades básicas y vitales de grupos vulnerables mediante la creación de campañas, alianzas de colaboración con embajadores y grandes marcas. También con entidades benéficas en instalaciones que permitan un impacto de transformación social. La GGF tiene dos embajadores de honor. La Fundación Eva Longoria es el reflejo de una conciencia social activa y de una entrega completa a favor de las mujeres latinas y sus familias. Y la Fundación Ricky Martin realiza una labor muy difícil y necesaria, el compromiso social y la entrega para ayudar a los más pequeños, los que más sufren siempre.

Cabaret Maldito

Hasta el 13 de agosto esta mezcla de disciplinas se planta en Son Fusteret. Cabaret canalla, trasgresor y divertido donde se vende el alma de los mortales por una noche más de éxito, poder y lujuria. El espectador se transporta a una vieja y decrépita catedral gótica transformada en un escenario presidido por Lucifer, alter ego de Suso Silva, creador y director del Circo de los Horrores. El teatro, el circo y el cabaret aterrizan en Mallorca después de haber recorrido España, Italia, Miami y Latinoamérica.

El estreno registró lleno total para satisfacción de los productores, Rafael y Manuel González, y de los espectadores como Cristina Macaya, Maite Arias, Natasha Zupan, Manolo March, Brandon Jara, Javier Beut, Pepe Hidalgo, Ceci Sandberg, Biel Barceló, Pere Muñoz, Joan Mesquida, Juan Antonio Fluxá, Isabel y Lidia Piñero, Juan Antonio Horrach Moyá y Susy Gómez entre otros.

Vi Casolà en Binissalem

Se ha convertido en tradición. La Cofradía dels Enofles de la Parra organizó la edición número catorce de la Mostra del vino casero. Alrededor de cuatrocientas personas asistieron en Binissalem a un encuentro que aúpa y reconoce a las personas que apuestan por lo artesano. Los devotos de Baco llegaron desde Sencelles, Manacor, Biniali, Campanet, Pollença, Algaida, Binissalem, Selva Moscari, Montuïri y Felanitx. Cada año mejor.

Un guía en Sóller

Quién sabe si tuvieron que dormir la mona en el coche con tanto brindis. Por si algún día tienen una cena en Sóller y quieren estar tranquilos sin tener que preocuparse del coche la recomendación de este domingo es el Hotel El Guía, que han pasado a gestionar los hermanos Lluis y Bernat Rullan Oliver. Hasta hace unos meses estaba en manos de Bernardí y Catalina Celià.

Para apuntar en la agenda

Mañana a las siete de la tarde los reyes y sus hijas posarán en Marivent. El jueves quizás la infanta Elena y Froilán vayan a los toros, el sábado será la entrega de la Copa del Rey de Vela y el lunes 7 de agosto el despacho con Rajoy. Pero eso se lo contará Vanessa Sánchez, que regresa a estas páginas rebosante de energía y con un pan de masa madre bajo el brazo. Ha sido un placer compartir estos chinchines de domingo.

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