-¿Qué tal, doña Francina?
-Muy bien, la verdad. Encantada de la vida.
-Congresito a la búlgara. Casi saca usted más votos que Franco.
-Excúseme, pero el PSIB es el partido más democrático que existe.
-Sí, sí, una auténtica maravilla democrática...
-La disciplina del partido es muy sencilla: si las cosas que hemos votado entre nosotros no te gustan, te callas; si las cosas que hemos votado entre nosotros no te gustan y no te callas, te echamos; si te gustan y te callas, te sonreiré mucho; y si te gustan y me haces la pelota no sólo tendrás un carguito sino que tus familiares y amigos pasarán una buena temporada a costa del contribuyente.
-Eso de no tener adversarios para la secretaría general debe relajar mucho, sobre todo en un partido tan cainita como el suyo...
-Los adversarios están callados por la cuenta que les trae, tal y como le he explicado antes.
-¿Se retirará algún día de la política?
-¿Está usted tonto?
-No sé, para dejar paso a gente más joven...
-De esos nos quedan tan pocos que los tenemos que buscar con lupa o engañarlos. Fíjese si nos quedan pocos de esos que he tenido que volver a enchufar a Carles Manera, que se estaba aburriendo, el pobre.
-Se dice que usted expulsa a la disidencia...
-Mire, si tuve que echar a Pepi González y a su tropa de Lloseta y al Campillo, al Pina y al Roldán de Ibiza, eso son cosas mías absolutamente democráticas, como todo el que me valora correctamente sabe.
-A ver si se va a meter usted en un jardín...
-Estaría como en mi casa.
-Explíqueme el follón ese de los contratos al Gurú Garau y las dimisiones que debería haber habido
-No sé de qué me habla. Esa parte del Govern no la controlo en absoluto... bueno y la otra tampoco.
-Pues Jarabo dice ahora que quiere ser vicepresidente...
-Hay gente que tiene un mal beber...
-Volviendo a lo del principio, permítame felicitarla por su éxito en el congreso del PSIB...
-Viniendo de usted no sé si agradecérselo.
-Eso de dar sólo 24 horas para que se presentasen otros candidatos estuvo feo...
-¿Para qué vamos a perder el tiempo? Mire la última vez la de vueltas que tuvo que dar la pobre Aina Calvo. ¿Total para qué? ¡Para nada!
-Resumiendo, ¿qué proyecto hay para los próximos años dirigiendo el PSIB?
-Hemos refrito el programa de otras veces, supongo. De todos modos el proyecto es el mismo: seguir y seguir.