Si una empresa con 411 millones de euros de presupuesto anual confiase su dirección a un fulano que como todo currículum inflado pudiese decir que, a los 38 años, lo más granado que tiene en su historial es cursar en la actualidad un grado de Comunicación en la UOC —que mal le debe ir cuando es capaz de comunicar ese currículum—, pensaríamos que esa empresa no sirve para nada. Sin embargo somos capaces de confiar la dirección del ayuntamiento de Palma a alguien así. No es de extrañar, claro, que después necesiten asesores a mansalva, porque dentro de esas cabecitas no parece que haya mucho.
411 millones de euros de todos ustedes en manos de uno que no termina sus estudios ni a trancas ni a barrancas. Eso sí, es empático y de Pere Garau. ¡Guau!