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Medio ambiente

Intoxicación plástica

La sobrepesca, los plásticos y otros parámetros ambientales ponen al límite la capacidad del MAR Mediterráneo

Intoxicación plástica

Es imposible visitar una playa del Mediterráneo sin encontrarse con plásticos. Así de rotundos se muestran desde Greenpeace, a raíz de la presentación del estudio Un Mediterráneo lleno de plástico. Un documento demoledor que pone de manifiesto la situación actual que viven océanos y mares, y donde el Mediterráneo sale como el más perjudicado de todos. "Entre un 21 % y 54 % de las partículas de microplásticos en el mundo está en la cuenca mediterránea", asegura el informe.

De todos es conocida la presencia de plástico en nuestras vidas, desde envases alimentarios pasando por vajillas de un solo uso, bolsas o envases de productos de limpieza. Todos ellos se clasifican en tres tipos según sus dimensiones: macroplásticos con longitud mayor a 25 milímetros, los mesoplásticos entre 5 y 25 y los microplásticos, los menores a 5 milómetros.

Según explica el informe, en el mundo, los plásticos constituyen el 60-80 % del total de residuos marinos o incluso el 90 % según algunos estudios en playas. No existe una cifra definitiva de la cantidad de plástico presente en los océanos del mundo, pero un modelo teórico cuantitativo ha estimado que hay 5,25 trillones de fragmentos de desechos plásticos, con un peso de unas 268.940 toneladas flotando en el mar, sin incluir los restos en el lecho marino o las playas. "Las estimaciones de estudios más recientes son aún más altas, puede que de más de unos 50 trillones de fragmentos aunque en la práctica es imposible comprobar la exactitud de cualquier estimación", añaden.

Las consecuencias de los plásticos son, en demasiadas ocasiones, letales. Es el caso de los macroplásticos que generan enredos, asfixias, estrangulación o malnutrición a los animales que se los encuentran en el mar. En cambio los microplásticos son ingeridos al confundirse con alimento provocado la muerte. Una muerte que viene por la desorción, en el estómago, de los componentes químicos que los componen.

El Mediterráneo, el mar más amenazado

De todas las cuencas mundiales, la del Mediterráneo es la que concentra un mayor número de plásticos. Uno de los factores determinantes es la alta población de sus costas que asciende de a 427 millones de habitantes y una gran presión turística. A pesar de que existe una opinión unánime sobre la elevada concentración de macro, meso y microplásticos, no es así a la hora de cuantificar las toneladas que hay repartidas por los más de 2,6 millones de kilómetros cuadrados de su superficie. Así, la masa global de microplásticos flotantes podría variar de los 93.000 a las 236.000 toneladas.

Sin embargo, los plásticos no son la única amenaza que hay en el Mare Nostrum. Bien lo sabe el Instituto Español de Oceanografía (IEO) que ha vuelto a poner en marcha la nueva campaña del proyecto de monitorización ambiental RADMED, durante 12 días ha recorrido el litoral mediterráneo español, a bordo del buque oceanográfico Ramón Margalef. Esta campaña, que el IEO viene realizando de forma periódica desde 2007, surge del proyecto como fusión de otros anteriores, alguno de los cuales comenzaron en 1992. Durante la campaña, de carácter claramente multidisciplinar, se recorren una serie de estaciones fijas a lo largo de todo el Mediterráneo español, realizando un muestreo sistemático y rutinario de distintas variables físico-químicas: temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, clorofilas, nutrientes (nitratos, nitritos, fosfatos y silicatos), fitoplancton de distinto tamaño, zooplancton. Se toman muestras en estaciones de distinta profundidad, desde plataforma al talud, llegando en algunos casos a estaciones tan profundas como las de Cabrera o Mahón, que superan los 2.300 metros. La expedición se acompaña de un equipo de medición continua de CO2 en la superficie del mar (SUNDANS: Surface UNderway carbon Dioxide partial pressure ANalySer), que permite hacer una descripción del CO2 intercambiado con la atmósfera. "El CO2, es uno de los principales gases de efecto invernadero, y el papel regulador del océano sobre este gas está aún poco estudiado", explica Mari Carmen García, investigadora del Centro Oceanográfico de Málaga del IEO y jefa de la campaña. El Grupo de Cambio Climático Mediterráneo del IEO es el responsable del proyecto y por tanto de llevar a cabo esta campaña, en la que participa personal investigador de los centros oceanográficos de Málaga y Baleares.

Las pesquerías

El monitoreo ambiental y la reducción de los plásticos marinos tiene que ir acompañada de una reducción de la presión pesquera en la zona. Así, la Unión Europea (UE), en el marco de su nueva Política Pesquera Común (PPC), se ha marcado como objetivo que, en el año 2020, todas las poblaciones (o stocks) de recursos marinos explotados estén en una situación de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). Este objetivo es especialmente importante en el Mediterráneo, donde el 93 % de los stocks evaluados se encuentran sobrexplotados. Un claro ejemplo de la preocupación de la UE por la situación en el Mediterráneo es la campaña MEDFIS4EVER ("Pescado del Mediterráneo para siempre"), lanzada por el Comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, con el objetivo de mejorar el estado de explotación de las pesquerías. Revertir esta situación es factible, tal y como se ha demostrado en el Atlántico, donde una mejora de la gestión pesquera basada en el conocimiento científico ha permitido reducir el número de stocks sobrexplotados del 94 % en 2003 al 41 % en 2012. En la nueva PPC también se establece que el objetivo de la explotación sostenible debe ser alcanzado mediante planes de gestión multianuales (PMA), elaborados con la participación de los principales agentes involucrados en la pesca: pescadores, organizaciones no gubernamentales (ONG), gestores de la administración y científicos. Por todo ello, la UE ha financiado el proyecto científico MYFISH (Maximising yield of fisheries while balancing ecosystem, economic and social concerns), cuyo objetivo final ha sido la elaboración de un marco operacional de implementación de los principales objetivos de la nueva PPC (RMS y PMA), como herramienta para la futura gestión de los stocks pesqueros europeos. La dimensión social ha constituido una parte importante del proyecto, por lo que la cooperación entre los diferentes sectores involucrados en la pesca ha sido fundamental para asegurar que las medidas de gestión propuestas puedan ser aceptables para todos estos sectores. El proyecto ha cubierto los principales mares europeos, desde el mar Báltico al Mediterráneo. En el caso del Mediterráneo Occidental, el proyecto se ha centrado en Balears. El estudio, desarrollado por el grupo de investigación Ecosistemas Bentónicos y Recursos Demersales del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en el Centro Oceanográfico de Baleares, ha tenido una duración de cuatro años (2012-2016) y sus principales resultados se han hecho públicos ahora. El informe completo del proyecto constituye un plan regional de implementación para las principales pesquerías demersales del archipiélago, tanto la flota de arrastre como la de artes menores. El trabajo comienza con una descripción general de estas pesquerías, sus principales áreas de pesca y evaluaciones del estado de explotación de los stocks, con el objetivo de conocer la situación actual y poder establecer medidas de gestión que ayuden a mejorarla. En segundo lugar, se evalúan diferentes escenarios de gestión, por medio de modelos bioeconómicos, dirigidos a maximizar tanto la captura como los beneficios de los pescadores, a la vez que se tienen en cuenta objetivos sociales, para evitar en lo posible medidas que no sean asumibles para el sector. En tercer lugar, se propone un conjunto de medidas de gestión para mejorar la situación actual de las pesquerías, en base a los principales resultados de los modelos utilizados y discusiones con los actores involucrados. Finalmente, se diseña un plan de seguimiento, con el objetivo de valorar los resultados de la puesta en práctica de las medidas de gestión propuestas y avanzar hacia una gestión adaptativa del mar y sus recursos. "El estudio pretende dar respuesta a uno de los objetivos de la nueva PPC y a los intentos de la Comisión Europea para mejorar el estado de explotación de los recursos vivos y la sostenibilidad futura del sector pesquero. El trabajo que hemos desarrollado durante los cuatro años del proyecto MYFISH, es un claro ejemplo de co-gestión en el Mediterráneo, ya que los resultados que se iban obteniendo se discutían con los agentes involucrados (representantes de pescadores y la administración pesquera balear), con el objetivo de consensuar medidas que el sector pudiera aceptar", señala Antoni Quetglas, primer autor del estudio e investigador responsable del proyecto en el IEO.

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