Los vinos tintos con toque de crianza, que van de dos a seis meses en barrica, por lo general, van ganando adeptos, por lo que son ya unas cuantas las bodegas mallorquinas que, junto a tintos de crianza y reserva, elaboran otros más juveniles, dirigidas a públicos amplios. Entre esta serie de tintos con estancia corta en madera nos encontramos con el Negre 2015, que se encuentra ya en su mejor momento para consumirlo. Lo elaboró la bodega Armero i Adrover, localizada en un extremo de Felanitx. Las uvas Callet y Merlot que lo crearon procedían de viñas situadas entre la montaña y el mar, con un micro clima que le da un acento especial. Tras la vinificación, lograda en depósitos de acero inoxidable, pasó una corta estancia en barrica de roble de varias procedencias. Resalta su tono rubí claro. No faltan recuerdos a fruta madura y del bosque, sin faltar especias ligeras. En su encuentro con el paladar destacan cierta melosidad, con presencia de ligeros taninos.
