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Comer bien en París sin pisar un restaurante 10 propuestas (I)

El Moulin Rouge, todo un clásico. carlos castro

Catalogada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, la gastronomía francesa es algo que no hay que perderse. En París, existen mil maneras de iniciarse al arte de comer bien, además la cocina no para de reinventarse para gustar a todos. Este es el lugar adecuado para descubrir las nuevas tendencias culinarias para saborear gastronomía made in France.

Hacerse invitar por un parisino

A los parisinos les gusta ir al restaurante, pero también les gusta ponerse a cocinar. Y las cocinas de la capital están llenas de talento. Entonces, ¿porque no ir a encontrarse con esos cocineros de una nueva especie, para quienes compartir es lo esencial de esta pasión? Es el concepto que propone VizEat, que permite invitarse a casas particulares para probar, con buena compañía, las creaciones culinarias hechas por anfitriones gastrónomos. Una ocasión privilegiada de pasar un momento agradable y acogedor, en el ambiente intimista de un piso parisino. Las posibilidades son muy variadas, y van desde el aperitivo cena, hasta el menú integral. Se ofrecen desde menús completos, a monográficos de vino y quesos, recorridos por los mercados o cocinas exóticas.

Chef à domicile

No es necesario ir al restaurante para probar los platos de las grandes cocinas. También se puede hacer venir el chef a su casa. Este concepto, que revoluciona las cenas en el hogar, brinda una gran emoción gustativa a todos los invitados. Desde la compra de los ingredientes hasta el momento de servir los platos, el chef se ocupa de todo. Una manera distinta de disfrutar de una cena típicamente parisina, sintiéndose en casa, evitando las notas discordantes, y relajándose. Una buena idea para los que han optado por alquilar un piso para su estancia en París, o para los que reciben una invitación de amigos. Una excelente manera de agradecerles por su acogida. Todo lo que hay que hacer es conectarse, por ejemplo, al sitio web labelleassiette y seleccionar el menú elegido, con precios que van de 35 a 100 euros por persona. El chef se encarga de la selección de los productos, haciendo la comida e incluso sirviéndola. Hay todo tipo de opciones: cocina exótica, molecular, cocina regional local... En invite1chef.com se propone participar en la preparación del menú en el marco de un curso de cocina. Para ocasiones especiales, en Gastronhoming, François Marchenay y Pierre-Yves Tremintin se encargan de ofrecer una experiencia culinaria inolvidable. Los dos son diplomados del Institut Paul Bocuse. Uno es chef y el otro sumiller. Sus menús, refinados y sabrosos, se acompañan con una cata de vinos.

Convertirse en chef uno mismo

Si en lugar de contratar un chef, lo que se quiere es ser uno mismo el cocinero, París también ofrece opciones ya sea para una ocasión especial, por simple placer o para descubrir la gastronomía parisina en una velada original y festiva. Se visita el sitio web lescommis.com y se siguen los pasos. Hay que elegir el menú que más guste entre muchos diseñados por grandes chefs franceses. Un equipo de personas se hace cargo de la selección de los ingredientes de calidad para su receta y los envía a casa. Todo llega en paquetes individuales envasados al vacío y con las cantidades justas para el menú. El paquete va acompañado de archivos de datos prácticos con recomendaciones de los chefs para evitar cualquier contratiempo.

Entre lentejuelas

Si hay algo típico de París son los cabarets y music-halls. Sus nombres resuenan desde hace décadas: Lido, Moulin Rouge, Crazy Horse, Paradis Latin... Todos ofrecen espectáculo y la combinación con cenas, y algunos incluso comidas. Lido por ejemplo propone show y cena con dos entrantes, dos platos principales, copa de champán y media botella de vino por 170 euros, aunque hay más posibilidades, incluso una suite privada con camarero por 400 euros. El Moulin Rouge propone su Menú Toulouse-Lautrec en homenaje a quien mejor expresó en sus pinturas el ambiente de este local, a partir de 190 euros. Un poco distinto es Paradis Latin, el célebre cabaret parisino de la orilla izquierda del Sena.

Cenar recorriendo el Sena

No hay nada más romántico y glamoroso que cenar o comer de crucero por el Sena, mientras se contemplan los monumentos. Con un ambiente como este y una buena mesa, es una ocasión maravillosa de combinar el placer de la boca y de los ojos. Muchas compañías ofrecen estos paseos, algunos de ellos con servicio de restaurante. La Compagnie des Bateaux Mouches es la más conocida y ofrece la oportunidad de descubrir, mediante uno de sus cruceros, París por su avenida más hermosa: el Sena.

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