Imagínate un momento,
y para ver lo que sientes,
que te tienen por corrupto
como a Cristina Cifuentes,
que la pobre está empezando
a pasar malos momentos,
y eso que euros en su cuenta
sólo tiene novecientos.
Imagina ahora también
como están de acojonados
los del PP cuando salga
el sospechoso Granados,
deseoso como está,
y su impulso le delata
de cantar sin dilación
la mismísima Traviata.
Qué sensación da
que te quieran atrapar.
¡Es horrible!