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Memorias de la cocina

El licor de hierbas, en mayo

El licor de hierbas, en mayo

El momento es óptimo para preparar un licor casero de hierbas. La frondosidad de las hierbas silvestres será caduca en pocas semanas.

El urbanita conoce, a duras penas, pocas variedades; es por ello que la confección de unas botellas, que serán bien recibidas por quienes las caten o las reciban como obsequio, es un buen momento para volver la vista a la naturaleza y recoger frutas, hojas o flores que aportarán sabores que manejaremos con sentido del equilibrio y de la proporción.

El origen del licor nos habla de plantas medicinales, pues son muchas las cualidades atribuidas a casi todas ellas.

La hierba-luisa sería relajante, tonificante estomacal y muscular. Buena para palpitaciones, vértigo, nervios y ansiedad. El hinojo es diurético. La hierbabuena, es digestiva e ideal para el hígado y los mareos.

La menta es buena para la salud de la boca: el tomillo es bueno como antiséptico y expectorante, para retención de líquidos e incluso alivia los dolores menstruales. La manzanilla, digestiva, ideal para afecciones biliares, riñones, úlceras en la boca y el colesterol. El enebro, antirreumático. El romero favorece la recuperación de enfermedades digestivas y respiratorias. La ruda, con connotaciones esotéricas, sirve para suavizar la ansiedad; en grandes cantidades, es abortiva e incluso mortal.

Sin duda, con una copa de hierbas no pueden curarse tantos males.

LICOR DE HIERBAS, FLORES Y FRUTAS

La receta de licor de hierbas más completa que conseguimos fue gracias a Pere Orpí Ferrer (Capdepera, 1936), poeta, escritor, sacerdote y gran aficionado al excursionismo. Solía compartir este y otros licores caseros con compañeros de excursión.

Ingredientes:

Un pequeño brote de pino, mata, hinojo, hinojo marino, ruda, ajenjo (donzell), romero, brezo (ciprell), enebro (ginebró), zarzaparrilla (aritja), zarza, espliego (espígol), malva-rosa, toronjil, hierbabuena, menta, mejorana, tomillo, hierba luisa y orégano. Flores de: cardo, borracha, limonero, naranjo, granada y manzanilla; canela en rama, granos de café, trocitos de níspero, fresa, cereza, mora de árbol, cáscara de limón y naranja, hoja de limonero, anís estrellado, clavos de olor, licor de anís dulce y anís seco.

Preparación:

-En cada una de las botellas que pretendemos rellenar, introduciremos pequeñas cantidades de la mayoría de ingredientes.

-La proporción de vegetales la dictará el sentido común. Algunos (ruda, por ejemplo) tienen un sabor muy fuerte y deberán incorporarse pequeños brotes.

-Serán más grandes los referidos a hierba-luisa, hinojo, menta, hierbabuena o toronjil, que actuarán como filtro o tapón.

-Colocaremos los ingredientes más vistosos en la parte más visible de la botella.

-Buscaremos el color y la estética en cada botella preparada.

-Los trozos de fruta serán pequeños y las cerezas, a ser posible, enteras.

-Rellenaremos con una parte de licor de anís seco y tres partes de anís dulce.

-Deberán reposar un mínimo de tres meses.

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