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Un nuevo icono cultural en medio del Sena

Un nuevo icono cultural para París.

Un nuevo icono cultural y arquitectónico se ha añadido a los muchos que París ofrece desde hace siglos. Esta vez se trata de un revolucionario proyecto arquitectónico que aprovecha la Isla de Seguin, en el oeste de la ciudad, a no mucha distancia de la Torre Eiffel, para crear una auténtica ciudad de la música, de 35.000 metros cuadrados de extensión, con un auditorio con 1.150 asientos, que se dedicará principalmente a la música clásica, una gran sala polivalente con capacidad para 4.000 personas sentadas o 6.000 de pie, un estudio de grabación, espacios para las empresas, tiendas y un gran jardín de 7.200 metros cuadrados.

El arquitecto japonés Shigeru Ban y el francés Jean de Gastines han diseñado un revolucionario proyecto, sobre los antiguos terrenos que ocupaba una fábrica de Renault, que contempla una gigantesca bóveda de 800 metros cuadrados y destaca sobre el conjunto de edificios, permitiendo que desde el auditorio pueda contemplarse las vistas del Sena y sus alrededores. Todo el plan urbano de la isla ha sido diseñado por Jean Nouvel.

La entrada al complejo está presidida por una monumental puerta de cristal, un modelo único en el mundo por su tamaño, con 10 metros de ancho y 10,5 metros de altura y un peso de 5 toneladas, que se abre horizontalmente mediante una unidad hidráulica. El interior es igualmente cool: blanco y gris dominan desde el suelo hasta el techo. Sus curvas se ajustan a la forma de punta de la isla y juegan con los reflejos en el agua. Una gran vela adornada con más de 1.000 metros cuadrados de paneles solares fotovoltaicos gira el torno a la cúpula siguiendo el curso del sol. Todo ello será el nuevo símbolo de la entrada oeste de París reflejando la ambición cultural de La Seine Musicale y su apuesta por formar parte de un futuro ecológico.

El proyecto del "Valle de la Cultura" de Hauts-de-Seine pretende promover la idea de "cultura para todos" y "excelencia para todos". Se trata de crear o desarrollar espacios para conciertos, exposiciones, instalaciones permanentes o temporales, eventos deportivos o paseos culturales, juegos para niños, restaurantes, tiendas relacionadas con el arte y la cultura. Algo accesible y de calidad al mismo tiempo: una oferta artística, de ocio y de bienestar creado por la iniciativa pública que se renueva constantemente.

Los visitantes pueden salir a las terrazas, pasear por los pasillos y vagar por el gran vestíbulo de 1.700 m2 con bares, tiendas relacionadas con la música y exposiciones culturales renovadas regularmente. En armonía con su entorno natural, La Seine Musicale es respetuoso con el medio ambiente, y su compromiso ha sido validado por varios sellos emitidos por organismos de certificación independientes. Es también un edificio útil que promueve el acceso universal a la música. El lugar ha sido diseñado como un verdadero barrio con varias divisiones centrado en el mundo artístico y musical, el intercambio, la educación y la apertura a todos.

La Seine Musicale tendrá una orquesta residente que lleva el significativo título de "Insula" que acometerá óperas y conciertos tradicionales pero también quiere explorar nuevas orillas, ya sea digitales, artísticas o educativas. Su ambición es hacer de la isla el punto de partida de una conquista de nuevos públicos a través de formatos de ensayo y conciertos innovadores, incluyendo artistas que proceden del mundo del circo o de la danza.

Las propuestas de La Seine Musicale se unen a las de más de 140 teatros y salas de espectáculos de París que ofrecen grandes producciones temáticas, comedias musicales, ballets, óperas, circos, one man shows, representaciones teatrales.

El París más vanguardista

La renovación integral de la Isla de Seguin es uno más de los muchos proyectos arquitectónicos y urbanísticos que París está acometiendo, muchos de los cuales han sido inaugurados recientemente o verán la luz en breve. Se trata de proyectos iconoclastas, grandes obras urbanísticas y también edificios polémicos... de la mano de los arquitectos de mayor renombre mundial y dotados con presupuestos millonarios. Entre ellos destacan la Fundación Vuitton, en el Bosque de Boulogne al sudoeste de la capital francesa, que se ha convertido ya en la ineludible cita con el Arte contemporáneo, con un edificio de Frank Gehry y un presupuesto de más de 100 millones de euros. Texturas transparentes para un edificio en forma de nube cuyo principal elemento exterior es el cristal. En el interior, varias salas de exposiciones, once galerías, un auditorio y un programa que ya se revela como imprescindible del arte en la Ciudad de la Luz. También Philharmonie, inaugurada en 2015, que es el súmmum de la arquitectura moderna, obra de Jean Nouvel el arquitecto estrella encargado de concebir el que es el mayor auditorio de música de Francia y "casa" de la orquesta de París, con cerca de 387 millones de presupuesto, la Philharmonie es una de las salas de conciertos más caras de mundo. El propio Jean Nouvel, autor de otros proyectos emblemáticos del universo arquitectónico parisino, como el Museo de Quai Branly o el Instituto del Mundo Árabe, ha confesado que se trata de la obra más prestigiosa de su carrera.

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