Cada vez más, nos acercamos a ese binomio enológico mallorquín de hacer vinos con agricultura ecológica junto al protagonismo de las variedades autóctonas. Una combinación convertida en enseña de identidad de varios viticultores de la isla, para dar a sus vinos una personalidad propia, en cuyo ADN están muy presentes raíces y morfología de las zonas de viña, mostrando una herencia muy de esta tierra y de sus microclimas, entre el mar y la montaña. Es el Daurat 2016, elaborado por la bodega Jaume de Puntiró, situada en Santa María del Camí, una referencia clara al unir agricultura ecológica y uvas autóctonas en un vino. Se trata de un blanco mono varietal de la variedad isleña Prensal Blanc. Se le dio una crianza en barrica francesa de seis meses, con reposo posterior. Sigue mostrando ese tono dorado que le da nombre. Afloran aromas a cítricos mediterráneos y motas herbáceas en nariz. Su acidez es muy equilibrada con agradable recorrido.
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La cata