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Juego de volúmenes bajo el sol

El arquitecto Jaime Salvá apuesta por diseño conteMporáneo para esta vivienda unifamiliar ubicada en la urbanización de sa Torre, en Llucmajor

Construir una casa desde cero es todo un reto para todo aquel implicado en el proceso. El caso que nos ocupa hoy es el de una casa unifamiliar ubicada muy cerca del mar, en una zona donde todavía quedan solares por construir en la urbanización de sa Torre, en Llucmajor. El encargado de diseñarla ha sido el joven y consolidado arquitecto Jaime Salvá quien aprovechó este hecho para crear una arquitectura contenporánea. El arquitecto contó con la colaboración de Coco Ingenieros para el control de la ejecución material, y la obra fue ejecutada por la empresa Blanc i Blanc.

"Las formas volumétricas de la vivienda son resultado de la voluntad de conseguir un diseño proporcionado, escultórico y funcional, ya que responden a su distribución interior", explica Salvá. Así, cada volumen tiene una razón de ser, "cada gesto en fachada obedece a una voluntad funcional, y el resultado de todas estas premisas generan la volumetría resultante, que trata de simplificar en volúmenes claros y contundentes toda la complejidad que se esconde detrás de esas formas geométricas", señala.

Cabe destacar que se han tenido en cuenta los elementos pasivos de la arquitectura bioclimática y sostenible como son la orientación respecto al sol, la ventilación cruzada, etc. De hecho, la casa está orientada con el eje principal de la parcela, que además coincide con el sentido de las vistas al mar. "Sin embargo, -comenta Jaime Salvá- el sur está ubicado en uno de los laterales de la vivienda. Para optimizar la entrada de luz proveniente desde el sur, la fachada realiza un gesto desplazando uno de los muros laterales que componen el porche, como si se tratase de abrir una cortina para permitir la entada de los rayos del sol. Por contra, el muro ubicado en su lado opuesto del porche se cierra totalmente, consiguiendo bloquear las vistas desde la vivienda vecina para ganar en privacidad".

Las dependencias principales de la vivienda están orientadas hacia el mar, y conectadas con el exterior, para ganar la sensación de amplitud en los espacios. La cocina queda conectada con el salón-comedor y el porche exterior a partes iguales, potenciando la circulación entre todas estas estancias para optimizar al máximo los espacios, y a la vez reducir las zonas de distribución. El porche exterior supone una extensión del interior de la vivienda, como queda patente al haber unificado el pavimento en ambas zonas. Los materiales utilizados en la vivienda son principalmente locales y le otorgan un aspecto mediterráneo. Predomina el blanco en fachada, conjugado con madera en las partes retranqueadas, y carpinterías exteriores metálicas de color gris antracita. Los pavimentos son de piedra tipo gris balear, y madera de roble.

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