Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Memorias de la cocina

'Canonets de faves tendres', en su mejor momento

Cuando los rigores invernales dan paso a los días de primavera claros, luminosos y que a ratos insinúan los ardores del verano, en nuestros campos crecen las pequeñas vainas "els canonets" de las plantaciones de habas. Si las recogemos en este momento, muy tiernas, tienen tratamiento de verdura; si las utilizamos más desarrolladas ("bessons") o secas, las consideramos legumbres.

Su gusto especial, a hierba, a campo primaveral, hace de las habitas de Mallorca (habitualmente fuera de las islas sólo denominan como habitas a los granos, sin las vainas) un placer de primavera, que resulta imprescindible para los amantes de los aromas y sabores de antaño, emanados de las cocinas mucho más primitivas y servidos con menos estética que la que impone el momento actual, donde otros factores priman a veces mucho más que el paladar (o la lengua como dice Marc Fosh).

Para muchas de nuestras abuelas las habitas con vaina, muy tiernas y de una textura firme, resultaban imprescindibles en la cocina de los inicios de la primavera: en la freixura, cocidas con un huevo duro, rehogadas, con alioli, en tortillas y revueltos, en greixeres o fritas, simplemente, acompañadas de algo tan importante como la simplicidad.

Las habas, consumidas desde hace milenios en la zona mediterránea, especialmente en tiempos de escasez, son muy sanas: pocas calorías, y ricas en hierro, zinc y magnesio.

Compartir el artículo

stats